Elementos de las divisiones de Fuerzas Federales y Antidrogas de la Policía Federal, detuvieron este miércoles a Roberto Mollado Esparza, El Betito o Betito de la B, líder del grupo criminal La Unión, considerado por la Procuraduría capitalina uno de sus principales objetivos a capturar, por ser uno de los principales generadores de violencia en la Ciudad de México.
El secretario de Gobernación (Segob), Alfonso Navarrete Prida, confirmó a través de su cuenta de Twitter la detención de este sujeto, sin adelantar los pormenores del mismo.
Esta tarde, elementos de las divisiones de Fuerzas Federales y Antidrogas de la @PoliciaFedMx, detuvieron a uno de los principales generadores de violencia y tráfico de estupefacientes en la #CDMX y #EdoMex. En las próximas horas, a través de la @SEGOB_mx, se darán más detalles.
— Alfonso Navarrete (@navarreteprida) 9 de agosto de 2018
Fuentes cercanas confirmaron que la detención se llevó a cabo en la zona serrana de Santo Tomás Ajusco, en la delegación Tlalpan, y que El Betito fue trasladado a las instalaciones de la Procuraduría General de la República (PGR) de la capital.
El líder de La Unión inició una guerra por el control del narcomenudeo en contra de La Unión Tepito, comandada hasta octubre de 2017 por Francisco Javier Hernández Gómez, Pancho Cayagua, mismo que fue abatido por órdenes de El Betito en un centro comercial en la delegación Gustavo A. Madero.
Además, este sujeto mantenía rivalidad con Jorge Flores Conchas, El Tortas, líder del grupo Anti-Unión, por el abastecimiento de mariguana, cocaína, heroína, cristal y psicotrópicos en lugares de esparcimiento y entre narcomenudistas.
Fuentes oficiales reportan que entre diciembre de 2017 y julio pasado, se registraron 27 ejecuciones en la zona de Tepito producto de la lucha entre ambas bandas, seis de los cuales fueron asesinados con extrema violencia, ya que las víctimas fueron descuartizadas.
Uno de estos homicidios que cobró relevancia fue el de Juan Iván Arenas Reyes, El Pulga, número dos de la estructura de La Unión, quien fue ultimado cuando llegó a visitar a su madre en la delegación Cuauhtémoc.
[caption id="attachment_782656" align="alignright" width="344"] Gráfico: La Razón de México[/caption]
Mollado Esparza también era investigado por agentes de la PGJ capitalina por la aparición de dos cuerpos descuartizados sobre Avenida de los Insurgentes, a escasos metros de la estación Buenavista del Metrobús Buenavista.
De acuerdo con el seguimiento que se les dio a los sospechosos, éstos huyeron hasta perderse en la colonia Lindavista, donde presuntamente se escondía El Betito.
La Unión no sólo se dedica a la venta de drogas.
También se le ha señalado de iniciar con el “cobro de piso” a dueños de bares y antros e incluso a sexoservidoras, quienes debían pagar mil 500 pesos semanales a la célula criminal para poder laborar, de lo contrario, eran amenazadas con que serían “levantadas”.
Tras la captura de varios integrantes de su grupo, se supo que este sujeto adquirió distintos inmuebles en la Ciudad de México, el Estado de México y Guanajuato, a fin de huir tanto de sus enemigos como de los operativos implementado por las autoridades para su captura.
En la estructura conocida de La Unión de El Betito, como se le conoce, se encuentran Manuel Iván García Llerena, El Pulga (abatido); Juan Antonio Ruíz Maciel, El Maciel, e Irving Jonathan Herrera Sánchez, El Irving, como su primer círculo.
Mientras que en el segundo nivel se encuentran un sujeto conocido como El Manzano; Víctor Hugo Ávila Puente, El Huguito; Erasmo Amaral Villegas, El Trompas; Omar Sánchez, El Gaznate (abatido), y Mauricio Gasca, El Tomate.
Recientemente, autoridades identificaron también a su operador financiero: Sergio Arturo “N”, El Licenciado, quien tiene una residencia en Paseos del Pedregal y es señalado de lavar el dinero para este grupo criminal, además de que se encarga de establecer empresas de seguridad y de promociones de espectáculos para mover el dinero.
La Unión Tepito nació en 2010 bajo el mando de Pancho Cayagua y se hizo del control del narcomenudeo gracias a supuestas relaciones con el Cártel Jalisco Nueva Generación.
Según informes de la SSP capitalina, tenían su centro de operaciones en una vecindad de la colonia Morelos, la cual tiene como característica que cuenta con diversas salidas, la cual es conocida como “La Cueva”.