El Presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo que con una consulta, en la que habrá dos propuestas, se definirá el futuro del Nuevo Aeropuerto Internacional de México.
"El propósito es proporcionar toda la información para que entre todos decidamos sobre este importante asunto de interés nacional. Llamo al pueblo de México a que nos ayude a resolver sobre este asunto"
Andrés Manuel López Obrador
Presidente Electo de México
Las dos opciones que presentó el equipo de López Obrador es continuar con la construcción en Texcoco o cancelar la obra y construir dos pistas en la base militar de Santa Lucía y conservar el actual Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
Javier Jiménez Espriú, próximo secretario de Comunicaciones y Transportes, acompañó a López Obrador durante el anuncio que se hizo en un salón de la colonia Roma; también estaban Alfonso Romo, próximo Jefe de la Oficina de la Presidencia de la República, y Carlos Urzúa, quien encabezará la SHCP.
Jiménez Espriú dijo que todos los mexicanos tendrán la información de la consulta.
Precisó que la última semana de octubre se llevará a cabo ésta.
En el dictamen, agregó, no se descartará la posibilidad de la concesión del Nuevo Aeropuerto Internacional de México, pues en caso de continuar faltarían recursos y se podrían obtener concesionando parte o la totalidad.
Espriú reconoció que el costo de cancelar la obra en Texcoco, con las inversiones que se han realizado, sería de 100 mil mdp: 60 mil por las obras ya realizadas y 40 mil por gastos no recuperables de contratos firmados.
Tras dar los puntos a favor y en contra de las dos opciones que se tienen, informó que ya se dio la información a empresarios e ingenieros y el 8 de septiembre se darán a conocer las opiniones recibidas.
Consulta el informe que el equipo de López Obrador realizó por la construcción del NAIM
Aseguró que los técnicos contratados por el equipo de López Obrador, así como un grupo de chilenos, consideraron que será viable la base de Santa Lucía, aunque señalaron la necesidad de un estudio a profundidad de otra agencia internacional que certifique dicha determinación.
Refirió que de manera inmediata se entregará formalmente toda la información recabada a las asociaciones de ingenieros, así como organizaciones de la sociedad civil y del sector empresaria; posteriormente, el 20 de agosto, el equipo que participó en el análisis informará con mayor detalle sobre las dos opciones a través de los medios de comunicación.
El 5 de septiembre, dijo, se espera tener la opinión de los ingenieros y las organizaciones civiles y empresariales, para que el 8 de ese mismo mes se den a conocer todos los dictámenes recibidos y las opiniones, con lo cual se presentarán las bases para los foros de discusión en radio, televisión, periódicos y redes sociales con la participación de quienes estén a favor y en contra de cualquiera de las dos opciones.
Tras la explicación de Jiménez Espriú, López Obrador aseguró que no se pueden tomar decisiones a la ligera sobre el Aeropuerto porque implica la erogación de recursos.
Descartó inclinar la balanza hacia alguna de las opciones que se plantearán en la consulta.
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"Se decida por una u otra opción, sí les damos la garantía a los mexicanos de que no va a haber corrupción", aseguró el tabasqueño.
Informó que la consulta, que participarán organizaciones no gubernamentales, ciudadanos, expertos y empresarios, será vinculante.
El presupuesto original, anunciado por el actual gobierno, fue de 120 mil millones de pesos, que pasó, en un primer ajuste, a 169 mil millones de pesos, lo que en 2014 equivalía a 13 mil 300 millones de dólares, sin embargo, el presupuesto actualizado es hoy de 285 mil millones de pesos para la primera fase (3 pistas, 1 terminal y servicios) de dos.
El Nuevo Aeropuerto Internacional de México está siendo construido en 4 mil 430 hectáreas dentro de terrenos propiedad de Gobierno Federal; el sitio se encuentra dentro de los municipios de Texcoco y Atenco en el Estado de México.
La construcción de la terminal aérea tendrá un costo de 13 mil millones de dólares, según el Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM).
A la fecha se han invertido 140 mil millones de pesos en la obra, a través de 321 contratos repartidos en 292 empresas.
El diseño contempla un área de 743 mil metros cuadrados en 4 niveles interiores y está compuesto por una estructura gridshell ligera (una estructura que debe su resistencia a su doble curvatura).
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Al no usar trenes internos o túneles peatonales el diseño interior de la terminal está pensado para que los pasajeros no tengan que caminar distancias largas o cambiar muchas veces de nivel.
En su primera etapa, en 2020, el aeropuerto contará con una capacidad de 70 millones de pasajeros y 540 mil 500 operaciones (aterrizajes o despegues) anuales.
Para fines de 2018 se espera completar la losa de cimentación y el montaje del techo y las columnas (foniles) del Edificio Terminal así como la construcción del 75% de sus pisos.
Por otro lado se prevé que la estructura metálica y fachada interna de la torre de control también sea concluida en 2018.
La Cámara Nacional de Aerotransportes (Canaero) proyecta para 2024 la generación de 1.4 millones de empleos directos e indirectos, más los 400 mil que generaría por sí solo el el nuevo aeropuerto.
El plan financiero integral para la construcción del aeropuerto se diseñó como una estructura mixta de recursos, tanto públicos como privados, buscando alcanzar los siguientes objetivos:
Mantener al NAICM como patrimonio del Gobierno Federal
Minimizar el impacto en las finanzas públicas
Utilizar un esquema autofinanciable, de forma que se utilicen los recursos propios, tanto del AICM como del NAICM, para la recuperación de la inversión en el NAICM
Al ser el Gobierno Federal quién aporta parte del capital del proyecto a través de recursos públicos, se mantiene el proyecto dentro del patrimonio federal y se permite que el Gobierno Federal capture la plusvalía del activo y los flujos excedentes a través de una inversión que es rentable para la Nación, con lo cual se recuperará el capital invertido en el tiempo.
Además de su rentabilidad social, así como los beneficios económicos y estratégicos para el país, el nuevo Aeropuerto generará flujos excedentes que por sí mismos permiten recuperar la inversión de recursos del Gobierno Federal en el tiempo.
¿Por qué un nuevo aeropuerto?
El actual aeropuerto está alcanzando su límite técnico
Tener un aeropuerto al límite de su capacidad impide que más gente y mercancías puedan arribar a la Ciudad de México
El actual aeropuerto está saturado
Desde hace prácticamente 20 años es latente la necesidad de ampliar la capacidad del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México para que sea acorde al crecimiento del país.
El incremento en transporte de pasajeros y mercancías ha generado que al día de hoy, la capacidad del aeropuerto sea insuficiente.
Tener restricciones en la transportación aérea implica un freno para el desarrollo de la Ciudad de México y en general del país.
Contar con un aeropuerto que mejore la conectividad, tiene un impacto directo en el dinamismo y la expansión del mercado nacional; en el turismo, en la productividad y la eficiencia del sector empresarial; así como en la inversión y en la innovación.
Con información de Jorge Butrón y Berenice Luna
cl/fgr