La coordinadora de la organización Agenda Migrante, Eunice Rendón, aseguró que se perdió la pista de al menos 400 niños que fueron dados en adopción, luego de la separación familiar que el gobierno de Estados Unidos lleva a cabo, y afirmó que muchos de los menores no acompañados se entregaron a bandas del crimen organizado que los usan para el narcotráfico, la trata de personas y el abuso sexual.
“La separación familiar ha puesto a los niños en albergues, pero ahora se intenta que estén sin un periodo límite en los centros; por ello, diversas organizaciones han reclamado esta situación, porque hace parecer que no les interesan.
“A estos niños que han estado en los 600 centros de atención, el Departamento de Salud de Estados Unidos los da en adopción; pero de siete mil casos, se ha perdido la pista de 400 niños”
Eunice Rendón
Coordinadora de la organización Agenda Migrante
En entrevista para La Razón, indicó que más de 35 mil niños quedaron al menos sin uno de sus padres por los procesos de deportación en EU, lo que ha generado problemas de identidad y otros trastornos psicológicos que afectan a los menores no acompañados; además de que no existen las condiciones adecuadas para que estén en los albergues.
Datos de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados señalan que en 2017 se recibieron 259 solicitudes de refugio de menores no acompañados, de las cuales 77 correspondieron a niñas y 182 a niños. Asimismo, de éstos, sólo 104 completaron el proceso, de los cuales 34 fueron niñas y 70 niños.
Los países de donde más se generaron solicitudes fueron Honduras, El Salvador, Guatemala y Venezuela.
El Dato: La cifra de familias separadas asciende a 8 mil; es decir, 6 mil más de lo que reportó el gobierno, según Amnistía Internacional.
Recordó que lo menores han salido de sus países de origen por la violencia; sin embargo, desde 2014 se ha remarcado este fenómeno migratorio y en promedio se contabilizan 40 mil ingresos por la frontera norte de México hacia EU.
“Desde 2014 tenemos una cuenta de 200 mil niños que han cruzado la frontera desde Chiapas hasta Estados Unidos. Estos niños llegaban con un letrero con la dirección de sus padres y la patrulla fronteriza llegaba con ellos; sin embargo, con las políticas de Trump se criminaliza a los padres y se ingresa a los albergues a los menores”, dijo.
Rendón expuso que muchos de los menores que logran escapar de los albergues buscan la forma de ganar recursos para subsistir y, en esos casos, son coptados por el narcotráfico para labores de “burrero, pollero o halconcito”, encargados de distribuir drogas sin reprimenda por su condición de menores de edad.