Estados Unidos entregó a autoridades mexicanas a Felipe Pérez alias 'El Sureño', presunto responsable del secuestro y asesinato de Silvia Vargas, hija del exdirector de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte de México (Conade), Nelson Vargas, informó la Procuraduría General de la República (PGR).
La dependencia Federal dio a conocer que el repatriado, Felipe Pérez contaba con dos órdenes de aprehensión libradas en su contra; una emitida por el Juez Tercero de Distrito en Materia de Procesos Penales Federales en el Estado de México, por su probable responsabilidad en la comisión del delito de delincuencia organizada y otros.
La segunda orden de arresto fue emitida por el Juez de Control, Juicio Oral y Ejecución de Sanciones del Segundo Distrito Judicial del Estado de Morelos, por su probable responsabilidad en la comisión del delito de homicidio calificado y homicidio calificado en grado de tentativa.
Esta tarde, el presunto integrante de la banda de secuestradores de “Los Rojos”, fue entregado en deportación controlada a personal de la Policía Federal Ministerial en el estado, por el puerto fronterizo internacional denominado el “Chaparral” que comunica a Tijuana, Baja California, y San Ysidro, California, para ser puesto a disposición de las autoridades que lo reclaman.
La joven tenía 18 años de edad el 10 de septiembre de 2007, día en que fue plagiada presuntamente por la banda de Los Rojos, en la que participaban Cándido, Manuel y Raúl Ortiz González, hermanos de Óscar Ortiz González, quien se desempeñó como chofer de la familia Vargas Escalera durante dos años.
Silvia Vargas fue interceptada cerca de las 6:45 horas por sus captores cuando se dirigía de su casa, en la colonia San Jerónimo, al colegio Alexander Bain, en la colonia Las Águilas.
Una llamada de Nelson Vargas al celular de su hija para saber la causa por la que no asistió al colegio fue respondida por uno de los secuestradores.
Silvia reconoció a sus captores: el líder de la banda, El Azul, era hermano del exempleado de la familia Vargas. Silvia los veía cuando visitaban a su consanguíneo y fue asesinada a los tres días de haber sido plagiada. Aun así los secuestradores continuaron negociando con el profesor Vargas para pedir dinero.
En su momento, la PGR reveló que la causa de muerte de la joven fue asfixia y se presume que los plagiarios la asesinaron por haber reconocido la voz de uno de los secuestradores, a finales de septiembre de 2007.
Que la sepultaron para que nadie descubriera el cadáver, pero uno de los integrantes de la banda dio datos a las autoridades en días pasados.
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