Enviado en Tlahuelilpan, Hidalgo
Familiares de víctimas que resultaron afectadas por la explosión de un ducto de Pemex en esta comunidad hidalguense pasaron horas de incertidumbre y tristeza al no poder tener información sobre qué había pasado con ellas en el transcurso de la madrugada.
Luego de que trascendió que cadáveres habían sido trasladados al auditorio municipal, pobladores llegaron a este lugar para corroborar que dicha información era falsa, así lo constató La Razón en el lugar de los hechos.
Previamente, tuvieron que entrar a la fuerza, ya que las autoridades no les precisaban qué estaba pasando con las víctimas de la explosión registrada la tarde del viernes 18 de enero, luego de que se vandalizó un ducto de Pemex para la toma clandestina de combustible.
La gente molesta exigió una explicación y amagó con entrar a la fuerza a la zona donde se registró la incidencia.
Según habitantes del lugar, la fuga comenzó hacia las 16:00 horas, pero no pudieron precisar a qué hora llegaron los elementos del Ejército, y ya tras la explosión se les informó de que había varias personas fallecidas.
"Son mis primos: Iván Olvera Escamilla, de 19 años, y Hugo Olvera Escamilla, de 14. Sí hay cuerpos calcinados (en el lugar de la explosión), pero no se reconocen, todavía están ahí; es algo muy feo y no tenemos palabras. Están los papás de mi primos esperando, y si ya no los encontraron en su búsqueda y tampoco en los hospitales, hay que ser fuertes", refirió una de las familiares afectadas, quien prefirió no dar su nombre.
Otros acusaron que sólo se les estaba engañanando con la ubicación de sus familiares, por lo que exigieron que se les entregaran.
Esta mañana, autoridades, encabezadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador, informaron que hasta la mañana de este sábado se tenía conocimiento de 66 personas muertas y 76 heridas.
fgr
