“Maras en caravanas, una bomba de tiempo”

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Luego de la deportación de al menos 25 presuntos integrantes de la Mara Salvatrucha del albergue en Piedras Negras, Coahuila, el gobernador Miguel Ángel Riquelme aseguró que la problemática migrante en el estado es “una bomba de tiempo”, por los grupos criminales que hacen desmanes y agitan a las personas.

“Tener el número de migrantes que se tiene en la frontera de Coahuila es una bomba de tiempo. Dentro existen personas que están lidereando a la caravana, existen prácticas de agitación que en este caso dan un comportamiento distinto, provocaciones y demás”, aseguró a pregunta expresa de La Razón.

Recordó que días atrás, se identificaron a 10 integrantes de la Mara Salvatrucha y después, a otros 15, mismos que fueron deportados en conjunto por el Instituto Nacional de Migración (INM).

Además, confirmó que hay una disminución importante en el refugio y ello implica “el poder coordinarnos con el Gobierno federal para tratar el problema de fondo; no es cómo llegan a nuestra entidad, sino cómo entran al país y cómo se trasladan a las distintas entidades”.

Por su parte, el padre Alejandro Solalinde confirmó que en las caravanas y los albergues sí existen grupos criminales que se dedican a la trata de personas y venta de estupefacientes.

“Tener el número de migrantes que se tiene en la frontera de Coahuila es una bomba de tiempo. Dentro existen personas que están lidereando a la caravana”

Miguel Ángel Riquelme

Gobernador de Coahuila

“Ellos básicamente han llevado tráfico de personas y se dedican al negocio de tráfico de drogas y son personas que están acostumbradas en sus países a ello, pues si no paga la gente, matan, y algunos de ellos son muy peligrosos, por eso se les debe poner atención”, dijo a La Razón.

Asimismo, consideró que el subsecretario de Derechos Humanos, Migración y Población, Alejandro Encinas, y el comisionado del Instituto Nacional de Migración (INM), Tonatiuh Guillén, deben escuchar a defensores de derechos humanos y activistas, para evaluar esta situación, “porque si no lo hacen si se va convertir, como dice el gobernador de Coahuila, en un dolor de cabeza para México”.

Además, Solalinde Guerra expuso que en los flujos migratorios vienen “coladas”, personas que tienen un pasado de violencia y no tienen un mañana porque no visibilizan un futuro.

“No se puede negar que llegan jóvenes en estas condiciones y tenemos que pensar en cómo deportarlos, pero también en cómo rehabilitarlos”.

Cifras

La Secretaría de Seguridad Pública de Coahuila informa:

De los mil 800 integrantes que llegaron en la caravana, entre mil 500 y mil 600 ya obtuvieron la visa humanitaria para permanecer un año en el país.

De ellos, 700 ya se trasladaron a Chihuahua, Nuevo León, Sonora y Tamaulipas por voluntad propia.

100 fueron deportados por tener antecedentes penales, incluidos algunos miembros de la Mara Salvatrucha.

Alrededor de 250 personas no han regularizado su situación migratoria.

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