El militar Salvador Moreno, adscrito a la Unidad de Inteligencia de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en Guanajuato, fue asesinado de un disparo en la cabeza en Irapuato.
Reportes de la Sedena refieren que el subteniente investigaba en campo acciones relacionadas con los cárteles Jalisco Nueva Generación, Santa Rosa de Lima y de los Caballeros Templarios.
Se presume que fue detectado por alguna de aquellas células criminales, lo que provocó que fuera secuestrado desde el pasado 11 de abril, una vez que salió de servicio. El domingo 14 su cuerpo apareció tirado junto a una carretera municipal.
La Fiscalía General del Estado confirmó el hecho sobre el Libramiento Norte, en la zona conocida como Las Malvas, y entregó el cuerpo a la Sedena.
Irapuato es una de las zonas críticas por la disputa del territorio entre los cárteles de la droga y el comercio ilegal de combustible
En 2018 en ese municipio se registraron 374 homicidios dolosos, un repunte de 434 por ciento respecto al año anterior. Y en los dos primeros meses de este año ya se han denunciado 35.
En Guanajuato desde 2012 sicarios se han enfrentado contra militares. En 2014 fue en Silao, en 2016, en Irapuato y Comonfort, en 2018, en León e Irapuato y en este año dos en Villagrán.
Hace tres años, en Comonfort, un militar murió cuando un grupo de sujetos armados atacó el convoy en que viajaba. En aquel operativo participaron efectivos del Ejército, Policía Federal y miembros de Seguridad Pública del estado.
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