La Secretaría de Salud (Ssa) anunció un cambio de paradigma en la adquisición de antirretrovirales para mejorar el tratamiento de personas con VIH/SIDA, pues se comprarán en menor variedad, pero con mayor efectividad, adherencia y a menor precio.
Así lo aseguró Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, quien advirtió que durante años México pagó los precios más altos de América Latina por estos fármacos, en los que se destinaban hasta 20 veces más recursos que en otras naciones en las mismas condiciones, con un gasto anual de alrededor de tres mil 200 millones de pesos.
Durante la conferencia “El Cambio de Paradigma del VIH en México: Los antirretrovirales”, López Gatell negó que exista un desabasto, pues en la Clínica Condesa los antirretrovirales se redistribuyeron, y la dependencia “actúa en tiempo real y en forma para evitarlo”.
Puntualizó que los problemas que se han presentado se deben a que los medicamentos se han compactado y, aunque los pacientes no lo saben, ya se trabaja en el caso.
De acuerdo con el subsecretario, el nuevo régimen de medicamentos pasará de 35 fármacos a 18, de los cuales ocho son de patente y 10 genéricos. Además, se incluyen inhibidores de integrasa que causan menos efectos secundarios y consiguen evitar la resistencia a algunos retrovirales.
“Encontramos esta propuesta ofreciendo nuevas fórmulas para el tratamiento que da respuesta en dos sentidos: garantizar la salud y vida de las personas con la enfermedad, y optimizando el uso de los antirretrovirales dando oportunidad de tratamientos más efectivos”, dijo.
Mencionó que, debido a los altos costos de las terapias, los antirretrovirales inhibidores de integrasa estaban restringidos en el sector público de salud; sin embargo, en la actualidad se negocian mejoras en los precios con los proveedores.
La distribución de los medicamentos quedará a cargo del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), cuyos médicos analizarán los casos de los 97 mil pacientes que se atienden bajo el esquema del Seguro Popular, y decidirán si el paciente debe adoptar una nueva terapia o mantenerse con la que ya tiene.
En su oportunidad, Alicia Piñeirúa Menéndez, infectóloga de la Clínica Condesa, destacó que, con este nuevo modelo, las personas con VIH pasarán de tomar cinco o más medicamentos a un máximo de tres fármacos, lo que les otorgará más facilidades para cumplir con su terapia y mantener una buena calidad de vida.
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