Santiago Mazari, alias El Carrete o El señor de los caballos, detenido hoy, era el líder del grupo criminal Los Rojos, que opera, principalmente, en los estados de Morelos y Guerrero.
Desde 2008 era perseguido por las secretarías de la Defensa Nacional (Sedena) y de Marina (Semar) que en cuatro ocasiones estuvieron cerca de lograr su captura.
El Carrete nació en la comunidad de San Gabriel las Palmas, del municipio Amacuzac, en Morelos. Desde muy joven tuvo nexos con el cártel de los Beltrán Leyva hasta que logró ser jefe de plaza en su estado natal.
En 2008 fue detenido por delitos contra la salud, sin embargo, a principios de 2009 fue liberado.
En los últimos años, a pesar de ser prófugo Santiago Mazari impuso su ley en varios municipios del sur-poniente de Morelos, donde cobraba derecho de piso a funcionarios públicos, desde alcaldes hasta regidores.
De acuerdo con declaraciones de un conocido, El Carrete comenzó a crecer cuando se fue a Sinaloa y a su pueblo llevó camionetas nuevas, caballos finos, sin embargo, cuando regresó a instalarse de nuevo, en la comunidad que era muy tranquila empezaron a haber secuestros y extorsiones, y se le empezó a ver armado y con mucha gente.
También reveló que compró un terreno donde tenía caballos, aunque sólo era para cubrir sus verdaderas actividades de secuestro y narcotráfico, en los que participaban hasta 300 personas.
La pista que lleva a Iguala
El líder de Los Rojos también fue vinculado a la desaparición de los normalistas luego de que Felipe Rodríguez Salgado, alias El Cepillo, integrante de la organización criminal Guerreros Unidos, declarara a las autoridades que El Carrete es la persona que supuestamente envió a los estudiantes a Iguala.
En abril de 2018, conversaciones telefónicas revelaron que desde Chicago, Estados Unidos, operadores de Guerreros Unidos ordenaron a policías de Iguala, Cocula y Huitzuco desaparecer a los 43 estudiantes de la normal de Ayotzinapa “Raúl Isidro Burgos” y a otras 17 personas.
De acuerdo con las conversaciones, la orden de Guerreros Unidos se dio porque creían que los estudiantes eran integrantes del grupo contrario, Los Rojos, enviados por “El Carrete”, y que pretendían tomar la plaza de Iguala para romper un evento del entonces presidente municipal, José Luis Abarca.
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kl