En Celaya, Guanajuato, el delito de extorsión contra pequeñas y medianas empresas se disparó a partir de esta administración, lo cual ha generado pérdidas económicas, pues diferentes negocios se han visto en la necesidad de cerrar, por miedo, así lo aseguraron dirigentes empresariales.
En una entrevista con La Razón, un representante del gremio, de quien se resguarda la identidad por cuestiones de seguridad, relató que si bien este problema está en toda la entidad, es más grave en Celaya, lo que ha generado pérdida de inversiones.
Explicó que a partir de los operativos del Gobierno Federal para abatir el robo de combustible se intensificaron las amenazas por medio de recados colocados en los negocios, en donde los propietarios son amenazados y les dejan un número para que se comuniquen “de manera que tú te enganchas solo”.
“Es gente que está aprovechándose de los grupos delictivos, están utilizando nombres de gente. Hay algunos que están extorsionando a cierto nivel y se aprovechan de los nombres para tener un botín.”, afirmó el líder empresarial.
Manifestó que las extorsiones se intensificaron con el combate al huachicol, porque no hubo la prudencia de apoyar al Gobierno estatal ni municipal, para las acciones consecuentes a la inseguridad que sufre este sector.
“Se ha desatado, porque no había ese tipo de cosas. Era muy focalizado en grupos de informales, en tianguis que vendían robado o piratería; pero ahora se están metiendo con comercios formales. Lo que están pidiendo es una cuota para recuperar lo que están perdiendo del huachicol”.
Afirmó que, como empresarios, tienen el apoyo del Gobierno local y municipal, no así del Federal. En ese sentido, aseveró que, en años anteriores, había presencia de la Gendarmería y más grupos que ponían orden. Actualmente, los militares pasaron a otras tareas y dejaron descubiertas las áreas.
Replican las amenazas en León. Por su parte, Alberto Ruenes, titular de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) de León, detalló que, en este municipio, se ha detectado que las amenazas son anónimas, principalmente vía telefónica. Hay casos muy concretos en los que van a dejar notas con datos personales del empresario al que quieren extorsionar.
“Nosotros por parte de Coparmex y otros organismos empresariales hemos insistido con la sociedad civil y obviamente a las autoridades, para no minimizar estos hechos y no llegar a lo que ocurre en Celaya”, declaró.
En León, hay conocimiento de que las llamadas ocurren con mayor frecuencia en comercios de todo tipo; pero consideró que no ha sido de la gravedad con la que ocurre en Celaya.
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