José Carlos Azcárraga asumió la presidencia del Consejo de la Comunicación y estuvo presente en Palacio Nacional para presentar su proyecto al frente de este organismo al presidente Andrés Manuel López Obrador.
Se comprometió a utilizar las nuevas tecnologías, como la importante presencia de las redes sociales y los medios masivos de comunicación para convocar a empresas y ciudadanos a las grandes causas nacionales.
Entre las iniciativas que pretenden arrancar, se encuentra la campaña "No está chido" en contra de las adicciones, y otra llamada "Verdaderos mexicanos" que busca fomentar la honestidad entre los ciudadanos, para acabar con la corrupción.
Este movimiento, agregó, busca generar un cambio social mediante campañas publicitarias como "Somos incorruptibles", con el que difunde la imagen honesta de los mexicanos.
Por su parte, el presidente López Obrador se dijo muy agradecido por las palabras de José Carlos Azcárraga y su voluntad para apoyar al gobierno, asegurando que se trata de una persona honesta y un empresario con dimensión social.
Recalcó que el principal problema de México es la corrupción, asegurando que desterrando ese problema se acaba con la pobreza, como pasa con los países nórdicos.
Repitió que la corrupción no es un asunto cultural "como algunos han llegado a pensar", y que la honestidad ya está en la mente pueblo mexicano.
Aseguró que si no hay corrupción es posible financiar el desarrollo del país y no es necesario crear nuevos impuestos ni subir los ya existentes, ni aumentar los precios de las gasolinas por encima de la inflación.
Dijo que el cambio de mentalidad es necesario para lograr el desarrollo de México, pues no se va a dar gracias a un partido político, sino con la voluntad de millones de mexicanos.
Hizo un llamado a procurar una buena herencia para las futuras generaciones y a preservar los valores culturales y dijo que el objetivo principal de los gobiernos es procurar la felicidad de los ciudadanos y no aumentar el Producto Interno Bruto (PIB).
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