Luego de la ejecución de cinco personas en la terminal de Estrella de Oro en Cuernavaca, el gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco, descartó que exista una situación de semáforo rojo en torno a la seguridad del estado, contrario a lo que había aseverado más temprano José Manuel Sanz Rivera, jefe de la oficina de la gubernatura del estado.
“Está el semáforo rojo en este momento y como digo, se está trabajando en conjunto de manera coordinada. Ahora en la reunión de seguridad analizaremos los resultados que ha habido y cómo está la situación en este momento”, había afirmado Sanz Rivera. Sin embargo, horas más tarde el mandatario estatal lo desdijo y negó dicho semáforo rojo.
Sin embargo, aseveró que depurará las instituciones de seguridad ya que, dijo, hay personas involucradas con la delincuencia organizada del sexenio anterior.
“Hay muchos que no te puedo mencionar por seguridad. Hay muchos, muchos, llámense policías estatales, policías municipales, jueces, fiscales pero no te puedo decir sus nombres”, aseveró el mandatario local acerca del clima de inseguridad en la entidad que este fin de semana arrojó cerca de 20 muertos.
El exfutbolista atribuyó los actos de violencia como una respuesta a la detención en semanas pasadas de Santiago Mazari, El Carrete, líder de Los Rojos.
Blanco añadió que los grupos de delincuentes buscan sembrar la psicosis mediante la difusión de mensajes, sin embargo, el poder Ejecutivo no bajará la guardia en la combate a los cárteles del crimen organizado.
Momentos antes, Sanz Rivera coincidió en que la ola de violencia podría atribuirse a un reacomodo de fuerzas de los diferentes cárteles del crimen organizado que se disputan los territorios de Morelos luego de la detención de El Carrete.
De acuerdo por información difundida en meses pasados por parte de la Comisión Estatal de Seguridad, son cinco los grupos que se pelean la entidad: Cártel Jalisco Nueva Generación, La Familia Michoacana, Los Rojos, Tlahuicas y Mayas.
Sanz Rivera advirtió que el gabinete de seguridad de la entidad evalúa las medidas a tomar luego del atentado que ocurrió en la madrugada en Cuernavaca en el que cinco personas fueron ejecutadas y una más resultó herida.
El sobreviviente relató a medios locales que él y sus compañeros recogerían a una persona proveniente de Acapulco y cuando llegaban a la terminal fueron atacados por un comando armado que los persiguió al interior de la central camionera donde los ultimaron.
Por otra parte, advirtió que se difundieron en redes sociales una serie de rumores que provocaron desinformación y nerviosismo en varios municipios.
Y es que en ayuntamientos como Miacatlán, Mazatepec, Tetecala y Coatlán Del Río, ayer decenas de locales bajaron sus cortinas, se suspendieron las clases y el servicio de transporte público ante las supuestas amenazas de células del crimen organizado que se disputan esas zonas.
Desde el domingo circularon mensajes en redes sociales donde se les indicaba a los padres de familia que no llevaran a sus niños a las escuelas y a los transportistas se les amenazó con quemar las unidades.
Más tarde, la Fiscalía estado dio a conocer que dos de los cinco fallecidos en la terminal de autobuses Estrella de Oro, que se encuentra en la colonia Las Palmas, en esta ciudad, fueron identificados.
Se trata de Gabriel León Villa de 37 años de edad y un menor de sexo masculino de 17 años de edad, ambos eran originarios del municipio de Iguala, del estado de Guerrero.
León Villa fue detenido en 2016 por su presunta participación en la desaparición de 43 estudiantes de Ayotzinapa, sin embargo, fue liberado en 2017; por otra parte, el sobreviviente es conocido como Luis Hernández El Chango, quien en 2018 fue detenido con arma de fuego y por robo de moto; actualmente está bajo resguardo de la GN.
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