Con "vivas" a los héroes anónimos, a la democracia, las comunidades indígenas y la fraternidad universal, el presidente Andrés Manuel López Obrador dio esta noche el primer Grito de Independencia de su sexenio.
Además de las tradicionales arengas a los héroes nacionales -Miguel Hidalgo, José María Morelos, Ignacio Allende y la Corregidora Josefa Ortiz de Domínguez-, el mandatario incluyó a personajes como Leona Vicario, así como "a las madres y padres de nuestra patria". Las arengas del mandatartio incluyeron "vivas" al heroico pueblo de México, a la libertad, la justicia, la soberanía y la grandeza cultural de México.
Este domingo 15 de septiembre, en el marco del Grito de Independencia, se llevó a cabo un festival denominado “Culturas de México”, en el que hubo representaciones de las 32 entidades federativas, y en el que casi mil artistas se presentaron en el Zócalo Capitalino con números que promueven la riqueza cultural y las tradiciones del país.
Hasta las 21:00 hrs. el Gobierno de la Ciudad de México reporta 80 mil asistentes. Con el expresidente Enrique Peña Nieto, en 2018, se contabilizaron 40 mil.
Culturas de México
Con un Zócalo a un tercera parte de su capacidad, arrancaron las actividades artísticas de los festejos del 2019 aniversario de la Gesta de Independencia. La primera presentación del Festival Culturas de México la ofreció el Ballet Folclórico de Quintana Roo, quienes ofrecieron al entonces escaso público una danza costumbrista de su estado.
Los actos tenían una breve duración que rondaba en los 10 minutos. El segundo en ascender a los escenarios fue el Grupo Pitiquím de Hermosillo, Sonora, el cual a través de los bailes típicos de dicha demarcación, hace un estudio de las expresiones artísticas de sus etnias.
Posteriormente, el Grupo Aztlán, de Querétaro, sorprendió a los capitalinos con sus coloridos atuendos, penachos y potentes percusiones ejecutadas en sus tambores huehuetl y teponazti, las cuales amalgamaron en un rítmico show de concheros, digno de ser un regalo de los dioses.
El Ballet Folclórico del Gobierno del Estado de Michoacán presentó Retablo Purembe y la cómica Danza de los viejitos; y tras ellos subieron al escenario más conjuntos de marimba chiapanecos Marimba Infantil y Marimba Raíces, quienes entonaron el son "El Lepero", el cual fue danzado por la Compañía Folclórica Candox, la cual también zapateó la "Danza de los Parachicos".
En punto de las 17:00 horas, el Zócalo supera la mitad de su capacidad; cada vez más personas que vestían motivos patrióticos se sumaban a la verbena, momento que fue amenizado por la Compañía de Danza Xochicalli, de Guerrero, con más de 40 años de trayectoria y que presentó "La sanmarqueña" y "La iguana".
Siguieron los Danzantes del Ejido 20 de noviembre, de Tamaulipas, una agrupación juvenil con 20 años de trayectoria y que impactó a los espectadores con su interpretación de la "Danza del caballo", en la cual efectuaron una mezcla entre un baile de concheros y una demostración de banda militar.
De Veracruz se presentó el grupo dancístico de la Universidad Euro Hispanoamericana, el cual hizo una demostración de su dominio del son jarocho: inició con "La bruja", de Eugenia León, pero sorpresivamente su acto se vio interrumpido por fallas técnicas que desembocaron en que se fuera el sonido. Ésto suscitó cientos de chiflidos y mentadas de progenitora por parte del inconforme público; no obstante, se redimieron con "La bamba".
La Compañía de Danza Folclórica Zacatecas se sumó a los festejos con el "Baile de Mexicapan", creado en 1947 e inspirado en el poema "Vate zacatecano", de Ramón López Velarde. En seguida, la Compañía Folclórica Sinaloense presentó las coreografías "Mi tierra sinaloense" y "Baile del venado", la cuales son una muestra de la alegría presente en las piezas mestizas de aquel estado.
A las 18:00 horas, ya con el ardiente Sol dando tregua a los asistentes, desde Tabasco, el Ballet Folclórico Municipal Emiliano Zapata dio demostración del ágil "Zapateo tabasqueño". Por su parte, el Ballet Folclórico del Estado de México, con más de 30 años de llevar al país a los escenarios del mundo, ofreció su versión del "Huapango de Moncayo", uno de los himnos nacionales no oficiales.
Desde Baja California la bella soprano Mariana Flores Bucio deleitó con su melodiosa voz al cantar temas de José Alfredo Jiménez y Álvaro Carrillo. De Colima, los conjuntos Sones opuestos y Grupo Acústica deleitaron a los asistentes con melodías con las que pretenden preservar las tonadas populares de su entidad, y también con una versión propia de "Juan y María", de Juan Gabriel.
El atardecer arropó a las miles de personas que se congregaron en la plancha, quienes a pesar de que disfrutaban de los espectáculos, aún no entraban en fuertes ánimos independentistas. De Aguascalientes, un grupo de bailarines no profesionales representó la "Danza de los indios de Mesillas", la cual emula las guerras chichimecas; sorprendieron con sus atuendos de tela roja cubierta con plumas de guajolote. Quienes también portaron atuendos llamativos fueron los representantes de la capital: el colectivo de Chinelos Xicalco, originario del pueblo de San Miguel Xicalco, Tlalpan, celebró una de las icónicas danzas chinelas en honor al Niñopa.
A menos de cinco horas del primer Grito de Independencia encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, la plancha del Zócalo capitalino registra la presencia de 30 mil personas.
Desde Oaxaca, la tierra del mezcal, un grupo de danzantes interpretó sones representativos del Istmo de Tehuantepec, como Danza de la pluma, y el clásico de la Guelaguetza, Flor de piña. Por su parte, los poblanos presentaron la tradicional Danza de los quetzales, creada en honor al dios solar tornaca.
El caer de la noche dio pie al que una comitiva del Ballet Folclórico de Guadalajara, integrado originalmente por 140 bailarines, prendiera a los espectadores con sus gritos enérgicos y representaciones de los clásicos Alaznas, Caporal, Negra y el icónico Jarabe Tapatío; danzas repletas de atuendos coloridos y sensualidad.
Un grupo de nayaritas conformado por bailarines, histriones y músicos presentó una escenificación cuasi cinematográfica del éxodo realizados por los aztecas desde Aztlán, lidereados por Tenoch, el principe guerrero, y enviado por el señor Huitzilopochti, en busca de un águila engullendo a una serpiente y fundar la gran Tenochtitlán.
De Durango, el grupo Folklórico Izaclli invitó a bailar, literalmente, a las parejas presentes en la plancaha del Zócalo un popurrí de cuadrillas, polkas y chotis, como "Así se baila en el rancho", "La segunda de Rosales" y "Las tres Conchitas". A medio acto, una de las parejas se cayó, pero rápidamente se incorporó a la coreografía, con la mejor de sus sonrisas en la cara".
El Gran Ballet Folklórico de Campeche, fundado en 2005 y el más importante de su estado, ofreció números como la "Campechanita habanera" y el "Jarabe criollo"; y aunque a casi el final de su acto se les fue el sonido, eso no hizo que dejaran de bailar, aunque el equipo de producción fue acreedor de unos cuantos chiflidos.
Los chihuahuenses de Rarajípame, con más de 40 años de trayectoria y cinco mil 500 funciones alrededor del mundo, presentó lo mejor de zapateado de la región: piezas alegres y veloces como "De Chihuahua a la concordia", "La villita" y "Furia del río Bravo" animaron a la gente.
Sus colegas del Ballet Folklórico Mosaico Hidalguense presentaron una coreografía que hacía recuento de algunas historias del estado, como una pieza que hizo referencia a la leyenda que dicta que el fútbol fue creado en el poblado minero de Real del Monte; durante ésta, una comitiva de futbolistas dominó el balón y se aventó unas bicicletas.
De Coahuila participó la Compañía de Danza Folklórica Nahucalli, cuyos integrantes vestían de azul en su totalidad, bailaron el "Jarabe pateño", algunas coreografías de la tribu kikapú y la "Danza de caballitos de Viesca".
El cantante y acordeonista regiomontano Jhonivan Sáenz, acompañado de un tamborín y una guitarra de 12 cuerdas, puso sabor norteño a la noche con temas como "El cerro de la silla", "Monterrey de mis amores" y "Pícame tarántula".
La verbena regresó a las coreografías tradicionales, ahora a cargo del Ballet Folklórico Cadet, de Baja California Sur, y la Compañía de Danza Folklórica del Gobierno del Estado; presentaron piezas como "Flor de pitaya" y una selección de las danzas indígenas tradicionales, respectivamente.
De Morelos, Los Sayones de Tetela del Volcán realizaron una representación tradicional de 1850, La danza de los sayones, en la cual la se queman (lo cuál no sucedió hoy) los enormes y coloridos sombreros de papel de china, lo cual simboliza la conclusión de la Semana Santa. Tras ellos siguió el Ballet Folklórico del Estado de Yucatán, el cual hizo una demostración de La vaquería, una de las fiesta tradicionales de la demarcación, en la que típicos trajes blancos lucen en al ritmo de sones y de listones de colores.
El penúltimo estado fue Tlaxcala, con la Compañía de la Escuela de Danza Regional Mexicana, quienes hicieron una demostración a los excitados asistentes de la Danza de los huhues, tradicional de los carnavales de febrero; con sus pasos alegres, cambios rápidos de pareja y los extravagantes atuendos masculinos que fusionan elementos españoles y de guerreros prehispánicos, los tlaxcaltecas encendieron a la gente.
Finalmente, el Ballet Folklórico de la Universidad de Guanajuato, "La cuna de la patria" cerró la participación con un popurrí de danzas tradicionales que dejaron pidiendo más a los espectadores.
El orden de aparición de los actos quedó de la siguiente manera:
Quintana Roo
Sonora
Querétaro
Michoacán
Chiapas
Guerrero
Tamaulipas
Veracruz
Zacatecas
Sinaloa
Tabasco
México
Baja California
Colima
Aguascalientes
Ciudad de México
Oaxaca
Puebla
Jalisco
Nayarit
Durango
Campeche
Chihuahua
Hidalgo
Coahuila
Nuevo León
Baja California Sur
San Luis Potosí
Morelos
Yucatán
Tlaxcala
Guanajuato
abg