Después de siete décadas de albergar los hechos más trágicos, y con más de 150 muertes violentas en la historia penitenciaria del país, el penal de Topo Chico, ubicado en Monterrey, Nuevo León, cierra sus puertas hoy.
“El emblemático y tristemente célebre Centro Preventivo y de Reinserción Social de Topo Chico fue considerado entre los más peligrosos de toda América Latina y el tercero más violento de México, sólo por detrás de las cárceles de El Pueblito y el penal municipal de Ciudad Juárez, todos caracterizados por historias de autogobierno, riñas y motines”, explicó en entrevista para La Razón, Raúl Salvador Ferráez Arreola, titular del Sistema Penitenciario de la entidad.
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Entre las historias violentas en las instalaciones destaca la ocurrida en 1980, luego de más de 30 años en operaciones, cuando los reclusos Carlos López Atencio, El Cubano, y Rodrigo Alcalá López, El Huevo, desarmaron a un guardia de seguridad y posteriormente asesinaron al director del reclusorio, Alfonso Domene Flor Millán, al tiempo que mantuvieron como rehenes a varios empleados para exigir su liberación.
Asimismo, el 11 de febrero del 2016, los líderes de dos cárteles de la droga Jorge Iván Hernández, El Credo, y Juan Pedro Saldívar, El Z-27, encabezaron un enfrentamiento que terminó en masacre.
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“En ese motín hubo 49 muertos en circunstancias terribles tras una riña entre grupos antagónicos. Realmente el penal cierra toda una historia de claroscuros”, señaló Ferráez Arreola.
El motivo de su clausura se debe a las condiciones precarias del centro, que ya lo hacían inoperante, “ya no era viable su operación, toda vez que saldría mucho muy caro tratar de rescatar la construcción”, enfatizó.
También explicó que “en Nuevo León hemos comenzado una reingeniería de los sistemas penitenciarios, logramos ampliar el penal de Apodaca, se le dotó de capacidad para albergar aproximadamente a cuatro mil 500 internos, y se está construyendo otro espacio, que dará capacidad adicional de mil 500 personas. En total se han invertido casi mil millones de pesos”.
Así, todos los presos que se encontraban en Topo Chico, más de dos mil 500, serán trasladados a los Centro de Reinserción Social Número 1 y Número 2, ambos en Apodaca. La mayoría ya está en las nuevas instalaciones, sólo quedan 147 personas que serán trasladadas durante un evento conmemorativo del cierre de operaciones que se realizará hoy en presencia del gobernador Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco.
De acuerdo con Raúl Ferráez este acto marca un hito en la historia de las prisiones en México y abre paso a un nuevo capítulo para quienes permanecían en Topo Chico, quienes tendrán mayores beneficios para lograr su completa reinserción social.
“Indudablemente que el traslado va a beneficiar directamente a los reclusos en las condiciones en su dignidad como personas, estancias limpias, ordenadas, protocolos de seguridad y de atención a sus familias y programas de reinserción; ampliaremos las fuentes de trabajo para todos estos grupos”, concluyó el titular del Sistema Penitenciario local.
jmg
