Dirigentes históricos de 1968 exigieron no dejar atrás la memoria de los caídos y hacer justicia contra los responsables a 51 años del genocidio, pues los hechos del 2 de octubre siguen impunes.
En medio de cordones de paz y cercos policiacos, el contingente encabezado por sobrevivientes de Tlatelolco partió de la Plaza de las Tres Culturas y avanzó por Eje Central y 5 de Mayo para ingresar una hora y media después al Zócalo capitalino.
Ahí se reunieron alrededor del monumento a los caídos, en donde se colocó una placa en conmemoración de la matanza, para formar una guardia de honor con la consigna “2 de octubre no se olvida”.
Ya en la Plaza de la Constitución, Félix Hernández Gamundi, subió al templete y sostuvo que el crimen perpetrado por el Estado aún sigue impune, por lo que confío en que el gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador se pueda hacer justicia.
Te puede interesar: En marcha de ayer, dos horas de provocación extrema
“La demanda vieja es que tenemos que romper con el Estado de impunidad que gozan los responsables materiales, porque no queremos un Ayotzinapa más, ni un agravio, y estos hechos se han repetido porque no se ha podido romper la impunidad”, precisó ante aproximadamente 10 mil asistentes.
Asimismo, dejó en claro que es necesario retomar la lucha para un nuevo país, en el que quepan todos: “debemos organizarnos para un nuevo país. Todos tienen cabida. La yunta camina cuando los bueyes caminan juntos”.
Minutos después, los dirigentes del 68 salieron del primer cuadro del Centro Histórico, se pronunciaron también por la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa y exigieron la presentación con vida de los estudiantes de la Normal Rural Isidro Burgos: “porque vivos se los llevaron, vivos los queremos”.
A la movilización también se sumaron estudiantes de varias escuelas de la Ciudad de México e integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).