Si los diputados aprueban la Ley Federal para el Fomento y Protección del Maíz Nativo, el precio del kilo de tortillas, que ahora está entre 15 y 20 pesos, aumentaría hasta 40 pesos, advirtieron productores nacionales.
Por ello, el Consejo Nacional Agropecuario propuso hacer cambios a la ley aprobada en el Senado y que ahora se discute en la Cámara de Diputados.
La nueva norma ordena la producción única de maíces criollos, lo que, aseguran, limitaría el rendimiento a sólo cuatro toneladas por hectárea contrarias a las 18 millones de toneladas de maíz híbrido que se obtienen ahora.
Líderes agrícolas de estados del norte del país alertaron que el dictamen no ayuda a lograr la autosuficiencia alimentaria que propone el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Si @Mx_Diputados aprueba la Ley Federal para el Fomento y Protección del Maíz Nativo habrá escasez de maíz y el aumento de precios en todos sus derivados. pic.twitter.com/nXEHoXgD1A
— Consejo Nacional Agropecuario (@CNAgropecuario) 5 de noviembre de 2019
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Juan Pablo Rojas, presidente de la Confederación Nacional de Productores Agrícolas de Maíz de México (CNPAMM), manifestó que si se reduce la producción de maíz blanco, el precio del kilo de tortillas aumentará mínimo en un 30 por ciento, para llegar a 35 o 40 pesos.
“No buscamos que esa iniciativa no se apruebe. Es buena. Lo que buscamos es que se modifiquen dos párrafos que son los que lastiman a los productores nacionales”, dijo.
La minuta, aprobada por el Senado, el 24 de septiembre pasado, define la producción y comercialización, consumo y diversificación de la semilla como manifiesto cultural.
Pedimos a @Mx_Diputados revisar la iniciativa de Ley Federal para el Fomento y Protección del Maíz Nativo y ajustarla para preservar nuestros maíces nativos, sin afectar a los consumidores y alcanzar la seguridad alimentaria. pic.twitter.com/n6XxmDMHxg
— Consejo Nacional Agropecuario (@CNAgropecuario) 5 de noviembre de 2019
También establece que el Estado debe garantizar y fomentar, a través de todas las competentes, que las personas tengan acceso efectivo al consumo informado de maíz nativo y en diversificación constante, así como de derivados, libres de organismos genéticamente modificados y otras técnicas de mejoramiento genético.
"Con ello, se evitan las mutagenesis o cualquier otra modificación desarrollada por la ciencia, sobre la cual no exista un absoluto grado de certeza científica, respecto a los riesgos para la salud humana y para que no contaminen las semillas nativas".
kl
