En los primeros 10 meses de este año, la Comisión Nacional de Ayuda al Refugiado (Comar) ha recibido más de 62 mil solicitudes de asilo, lo cual representa un crecimiento de 110 por ciento respecto a las que hubo en todo el año previo.
Así lo dio a conocer Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos, Migración y Población, durante la Segunda Reunión Anual Integral Regional para la Protección y Soluciones (MIRPS) realizada en la Secretaría de Gobernación (Segob).
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“En México tenemos la cifra de solicitantes de asilo más alta; en la Comisión Mexicana de Ayuda al Refugiado (Comar), al día 31 de octubre tenemos acreditadas, 62 mil 300 solicitudes en el país”, señaló.
El funcionario detalló que estas peticiones son principalmente por problemas relacionados con la inseguridad, la crisis económica y falta de desarrollo social en los países de origen de los solicitantes.
De acuerdo con los datos de Comar, al cierre de octubre, 48 mil 63 (77 por ciento) de estas solicitudes son de ciudadanos provenientes de países centromericanos o de la zona de El Caribe.
Encinas Rodríguez consideró que la situación de migración de las personas en Centroamérica no va a cambiar a la brevedad, por ello el Estado Mexicano se debe preparar para recibir a los migrantes que huyen de los contextos socio-políticos de sus países. Además, aseguró que sólo el uno por ciento de los extranjeros que llegan al país buscan refugio.
El subsecretario exhortó a los países que integran el MIRPS (Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, México y Panamá) a encarar este desafío con un nuevo paradigma, “ya no solamente como países de origen, tránsito, de destino, retorno”, sino con una nueva perspectiva de integración de los flujos migratorios y la búsqueda de un desarrollo integral en la región.
En su oportunidad, Betilde Muñoz-Pogossian, directora del Departamento de Inclusión Social de la Organización de Estados Americanos (OEA), detalló que 350 mil 200 centromericanos pidieron refugio en distintos países durante 2018.
“Los 350 mil solicitantes de Centroamérica representan un aumento del 78 por ciento desde el 2017 y del mil 700 por ciento desde el 2012”, aseguró.
Mientras que Giovanni Bessu, representante regional del Alto Comisionado de la Organización de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) para América Central y Cuba, aseguró que el fenómeno de las caravanas exhibió la falta de una política migratoria en los países expulsores y de recibimiento; en consecuencia, se endurecieron las políticas, poniendo en riesgo a los migrantes.
“El fenómeno de las caravanas sólo duró unos meses, pero puso mucha presión sobre todos los sistemas de asilo, quedando mucha visibilidad en el norte de Centroamérica y México. Las caravanas dejaron un efecto duradero en las políticas migratorias de varios países”, sostuvo.
En la reunión también participaron la subsecretaria para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Martha Delgado Peralta y el coordinador general de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), Andrés Ramírez Silva.