Rigoberta Menchú, premio Nobel de La Paz en 1992, agradeció la solidaridad de México y reconoció su papel histórico al asilar al expresidente Evo Morales.
En una carta dirigida al canciller Marcelo Ebrard, Menchú destacó que el asilo brindado por México es un hecho histórico, además rechazó el abuso de poder y la intervención militar policiaca en Bolivia.
En el documento fechado en Guatemala el 12 de noviembre pasado, dijo que se dirige a nombre de los pueblos originarios de América Latina con gratitud, “por su apoyo a nuestro hermano Evo Morales presidente constitucional de Bolivia en esta situación tan convulsionada y manipulada por un pequeño grupo de poder”.
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La ganadora del Premio Nobel de la Paz añade que Evo Morales ha sido un líder y mandatario ejemplar “que ha demostrado sus capacidades en todo momento en pro del pueblo boliviano".
"Su deseo de cambio y su trabajo por todos los años le han conferido enemigos, que hoy lo llevan a tomar caminos adversos y en este sentido el papel de México es histórico y de gran importancia internacional, ya que permite darle dignidad y seguridad a un líder que actualmente es perseguido político y que merece dar su versión de los hechos en su nación”.
Asimismo, se refirió a Evo como un hombre de estado, un líder nato y un representante indígena por siempre, “muchas gracias al pueblo y a la nación mexicana por darle el resguardo necesario y la protección que necesita.
Espero que la paz llegue pronto a Bolivia. La paz y la justicia van de la mano. Rechazo el abuso de poder y la intervención militar policiaca".
Carta completa enviada por Rigoberta Menchú
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