La senadora morenista Soledad Luévano pretende poner fin a la separación entre el Estado y la Iglesia, a través de una iniciativa para reformar de manera integral la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público.
La propuesta establece que los funcionarios pueden asistir a eventos religiosos con la investidura del Estado y, a su vez, permite a las asociaciones religiosas difundir su palabra en medios masivos, así como llevar la objeción de conciencia por parte de los servidores de gobierno.
Además, se propone la instalación de oficinas de acompañamiento, asistencia y asesoramiento espiritual acorde a su doctrina y profesión religiosa, en centros de salud, de reclusión, estancias infantiles, estaciones migratorias, instalaciones de los cuerpos de policía y las unidades del Ejército, Fuerza Aérea y la Marina-Armada de México.
También se plantea que las iglesias acreditadas en nuestro país puedan celebrar convenios de colaboración con las dependencias y entidades de la administración pública de los tres órdenes de gobierno.
¿Qué dice la iniciativa?
La iniciativa, presentada el 11 de diciembre pasado, fue turnada a las comisiones de Gobernación y Estudios Legislativos Segunda del Senado, en la que se proponer reformar el artículo tercero Constitucional, para quedar como sigue:
“El Estado mexicano es laico, en consecuencia, garantizará plenamente el derecho humano a la libertad de religión de todas las personas, y ejercerá su autoridad en la materia (…) No podrá establecer ningún tipo de preferencia o privilegio en favor de religión alguna. Tampoco a favor o en contra de ninguna iglesia ni agrupación religiosa.
“Lo anterior no impedirá la colaboración entre éstas y el Estado en la promoción conjunta del desarrollo cultural y social de las personas, a través de los mecanismos previstos en las leyes correspondientes”, señala la iniciativa.
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La actual ley prohíbe que funcionarios públicos de cualquier orden acudan con su carácter a actos religiosos de culto público.
Ante esa propuesta, el ministro en retiro José Ramón Cossío advirtió que es francamente preocupante. “Es un retroceso a la laicidad, por más que trate de disfrazarse de libertad religiosa”, escribio en Twitter.
He leído con cuidado la iniciativa de la senadora Luévano para reformar la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público, y es francamente preocupante. Es un retroceso a la laicidad, por más que trate de disfrazarse de libertad religiosa.
— José Ramón Cossío D. (@JRCossio) December 17, 2019
Iniciativa abriría paso a:
• Recibir asistencia espiritual en cualquier lugar, mediante oficinas instaladas en centros de salud, cárceles, estancias infantiles, estaciones migratorias, instalaciones de los cuerpos de policía y Fuerzas Armadas.
• Los funcionarios podrán asistir a todos los eventos religiosos con la investidura del Estado.
• Las asociaciones religiosas tendrán derecho a difundir su palabra en medios masivos.
• También podrán colaborar con dependencias y entes de los tres órdenes de gobierno.
Las autoridades, por su parte, deberán brindar apoyo a las asociaciones religiosas para conservar o mejorar los templos o bienes que representen un monumento artístico, arqueológico o histórico.
kl
