Luego de dar a conocer que el canciller, Marcelo Ebrard, aceptó la renuncia del embajador de México en Argentina, Ricardo Valero, la SRE difundió un documento médico que estipula que el exdiplomático sufre un síndrome frontal.
El certificado, firmado por la doctora Ana Luisa Sosa, reporta que el padecimiento se caracteriza por alteraciones conductuales y es ocasionado por un tumor cerebral, razón por la que el diplomático en 2012 fue operado por un neurocirujano.
La evaluación médica fue revelada por el vocero de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Roberto Velasco, a petición de su familia, según reportó en Twitter luego de dar a conocer la renuncia de Valero.
Comparto evaluación médica del Sr. Valero a petición de sus familiares. pic.twitter.com/pWsqBhPhm1
— Roberto Velasco Álvarez (@r_velascoa) December 23, 2019
El secretario de Relaciones Exteriores, @m_ebrard, ha aceptado la renuncia del Emb. Ricardo Valero por motivos de salud.
El Sr. Valero continuará su tratamiento con el apoyo de su familia. La @SRE_mx le desea una pronta recuperación.
— Roberto Velasco Álvarez (@r_velascoa) December 22, 2019
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Revelan estudio médico
La doctora agrega que desde 2013 ha dado seguimiento al funcionamiento congnitivo y conductual de Valero con estudios de neuroimagen y valoraciones neuropsicológicas en los que sólo había identificado alteraciones sutiles de la memoria no progresiva.
Éstas, reportó, podrían estar asociadas a la edad, el diplomático tiene 77 años, sin embargo, con el tiempo la pérdida de tejido neuronal, causada por el tumor y su extracción, así como por neurodegeneración asociada a la edad, ha "condicionado una disminución de su tejido cerebral de predominio en el área frontal".
El reporte médico considera que, luego de los "acontecimientos" en Buenos Aires, en referencia al intento de Valero por robar un libro, a pesar de la recuperación de la cirugía, el ahora exembajador ha estado presentando, en forma gradual, una reactivación del síndrome frontal, que se ha agudizado en el último año y medio.
También reportó conductas del diplomático que al principio no llamaron la atención, como infracciones de tránsito frecuentes en México, mal manejo del tiempo y dificultades en relaciones personales.
"Cabe señalar que con anterioridad pudieron haber ocurrido conductas inadecuadas son que hayamos tenido advertencia", continúa el documento.
Esta evolución del síndrome, detalla la doctora, se traduce en impulsividad involuntaria y deterioro del juicio lo que puede ocasionar alteraciones de la conducta aún cuando otras funciones cognitivas se realizan con aparente normalidad.
kl
