De acuerdo a las investigaciones del Departamento de Justicia de los Estados Unidos, el general Qasem Soleimani, asesinado en Bagdad por ordenes directas de Donald Trump, habría estado involucrado en la planeación en 2011 de un atentado en contra del embajador de Arabia Saudita en Washington.
Según la denuncia presentada en un tribunal en Nueva York, un par de ciudadanos iraníes, uno de ellos integrantes de las fuerzas de élite iraníes, Al Quds (rama de la poderosa Guardia Revolucionaria que encabezaba Qasem Soleimani desde finales de los años noventa), buscó contactar al sanguinario cartel de Los Zetas.
Los conspiradores fueron identificados como Mansur Arbabsiar, de 56 años y naturalizado norteamericano; y Gholam Shakuri, quien es miliciano del grupo de élite Fuerzas de Al Quds.
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El complot para asesinar al diplomático Al Jubeir pudo ser conjurado gracias al FBI y a la Agencia contra la Droga (DEA, en sus siglas en inglés), ya que uno de los implicados intentó contratar los servicios de Los Zetas para atentar contra el saudí, al parecer en un restaurante de Washington, DC.
[caption id="attachment_1079259" align="aligncenter" width="560"] Manssor Arbabsiar implicado en los planes para asesinar al embajador saudí en Washington, en una foto de 1996.[/caption]
La operación encubierta realizada en México y Estados Unidos fue bautizada como "Coalición Roja" e inició en mayo de 2011 cuando Arbabsiar intentó contactar con el cartel mexicano de los Zetas.
Según la querella presentada en los tribunales de NY en una reunión en Texas, Arbabsiar pidió a alguien que en realidad era un informante de la Agencia Antidroga ayuda para contactar con el cartel mexicano.
Posteriormente, se reunió con otros agentes encubiertos de la DEA en la localidad de Reynosa, Tamaulipas (México), quienes se hicieron pasar por miembros de los Zetas, a quienes les informó que actuaba bajo las órdenes de “altos cargos del Gobierno iraní”.
[caption id="attachment_1079287" align="alignright" width="400"] El entonces embajador saudí en Washington, Adel al-Jubeir, quien fuera objeto de un complot iraní para asesinarlo con ayuda de sicarios del cártel de Los Zetas. Foto: AP[/caption]
Arbabsiar ofreció un millón de euros para organizar el asesinato del embajador de Arabia Saudita en Washington y colocar unas bombas en el edificio diplomático de Israel.
Unos días después, el hombre depositaría 100 mil dólares como anticipo en cuentas controladas por el FBI. Sin embargo, cuando regresó a México para cerrar el trato, fue identificado por las autoridades nacionales quienes lo enviaron a Nueva York para ser arrestado.
En ese sentido, el FBI cree que Arbabsiar está relacionado con oficiales de la Guardia Revolucionaria iraní.
Unos días después, Estados Unidos agradecería la colaboración de México. “Sin esa inmensa colaboración no habría habido resultados”, habría dicho el fiscal general estadounidense Eric Holder.
Y mientras el entonces subsecretario de la Secretaría de Relaciones Exteriores encargado de Norteamérica, Julio Ventura, destacaba la relación de seguridad entre Estados Unidos y México, Irán negaba cualquier acusación hecha por EU.
ACTOS TERRORISTAS LLEVADOS A CABO POR IRÁN
Tras la revolución islámica de 1979, los servicios secretos iraníes han sido vinculados en varios casos de asesinatos de disidentes en Europa.
En 1983 se les responsabilizó del atentado contra la Embajada de Estados Unidos en Beirut, la capital de Líbano, y el camión-bomba que estalló junto a un cuartel de los Marine en esa misma ciudad.
Otro ataque terrorista muy sonado atribuido a Irán es la bomba contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) de Buenos Aires el 18 de julio de 1994, durante el gobierno de Carlos Menem, en el que murieron 85 personas y varios centenares resultaron heridas.
JMG