Cuatro mil personas han sido contratadas para la construcción del aeropuerto internacional Felipe Ángeles en Santa Lucía, Estado de México, y se prevé que a mediados de ese año esta cifra se triplique para alcanzar hasta 15 mil civiles en la obra que inició en octubre pasado.
La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) informó que con estas previsiones sólo restarían ocupar 11 mil plazas para continuar el trabajo, que a la fecha reporta un avance de 2.29 por ciento, y llamó a la población a no dejarse engañar por personas que ofrecen empleos en el nuevo aeropuerto, ya que el Ejército no cuenta con intermediarios y la contratación se realiza de manera es directa.
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“En la puerta principal tenemos un módulo en donde la gente que quiere ingresar entrega sus documentos y conforme a las necesidades de cada trabajo se les va llamando para ofrecerles (un empleo)”, destacó el mayor ingeniero constructor, Gabriel de Jesús Lomelí Vera.
En entrevista con La Razón, precisó que estas plazas son para labores de terracería, como topógrafos, albañiles, carpinteros, “fierreros” y ayudantes, y que los trabajos consisten en cimentar las pistas; una militar, con su calle de rodaje y plataforma, y otra comercial, con plataformas y edificio central, así como la terminal de combustible, la reubicación de instalaciones militares y las redes hidráulicas y eléctricas; incluyendo la torre de control.
“Ellos mismos se van clasificando en torno a su experiencia en obra, de forma tal que se les pone una prueba y si la pasan avanzan por sus conocimientos y se le van otorgando trabajos”, indicó el militar acerca de los conocimientos de cada uno de los solicitantes de empleo.
Lomelí Vera agregó que cada semana contratan entre 500 y 600 personas, aunque a veces el plazo se extiende a periodos de 15 días; por ello, indicó que es difícil llevar una base de datos actualizada, ya que al necesitar personal son contratados de inmediato o se les llama de acuerdo con las necesidades del aeropuerto.
Además, enfatizó que por la manera en que se avanza “hay certeza de que el aeropuerto sea inaugurado el 21 de marzo de 2022, porque no hay contratiempos ni riesgos en la obra”.
En torno al traslado de material de Texcoco a Santa Lucía, señaló que es una orden presidencial, ya que tienen que optimizar recursos y utilizar lo que se pueda de la obra anterior, misma que se canceló, y también permitirá contar con recursos para la creación de carreteras cercanas a la obra actual.
[caption id="attachment_1080755" align="alignnone" width="696"] Camiones de volteo trasladan tezontle y arena, mientras al fondo aplanan el suelo que será parte de las pistas.[/caption]
“Empezamos el acarreo a principios de diciembre. Principalmente es tezontle y estamos empezando con arena y grava. Tenemos aproximadamente tres mil 500 metros cúbicos diarios. De acuerdo a la necesidad que tengamos acarreamos más; hay días en que vamos a aumentarlos, sobre todo para caminos provisionales. Podría incrementarse hasta seis mil metros cúbicos”, comentó.
De esta manera, desde el 16 de diciembre de 2019 a la fecha se han transportado unos 64 mil metros cúbicos de tezontle, arena y grava, pero aún se desconoce la cantidad total que se requiere para la nueva terminal aérea.
Acerca de esta remoción de material de construcción, indicó que ésta se realiza en camiones y cada unidad soporta entre 16 hasta 32 metros cúbicos. “Es principalmente tezontle y es para mejoramiento de caminos provisionales de obra”, detalló el mayor ingeniero y explicó que la arena y la grava son para fabricación de concreto.
El dato: Desde el inicio del proyecto, el Presidente se comprometió a concluir las obras en menos de dos años para inaugura el aeropuerto en el día del natalicio de Benito Juárez (21 de marzo).
También mencionó que se hizo un convenio con el Sindicato Unidos por la Transferencia México y otras empresas para que trasladen el material desde Texcoco hasta Santa Lucía, con el objetivo de que se apoye a la economía local y se permita desarrollar a la industria local en Zumpango, Estado de México.
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