La anterior administración dejó en la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) un sistema “obeso e ineficiente” con altos sueldos, trámites burocráticos interminables, cargas de trabajo excesivas y un sistema de carrera turbio que no funciona, acusó la presidenta del organismo, Rosario Piedra Ibarra.
“Algo que sorprendentemente nadie vio porque nadie lo detuvo, y que hoy tiene que cesar, y para lo que pido su cooperación porque es la razón por la que la Comisión se convirtiera en el elefante blanco que es y que estamos decididos a transformar”, dijo al reunirse de manera privada con el Consejo Consultivo de la CNDH.
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La ombudsman señaló que durante su administración ningún posicionamiento o decisión se ha tomado a la ligera, ya que desde el inicio de las labores se acompañó a las caravanas migrantes, a quienes sufren desabasto de medicamentos, a familiares de desaparecidos y a las víctimas de pederastia entre otros, lejos del "debate mediático engañoso".
“No se tolerará ninguna flexibilidad ética ni conflictos de interés, por eso puedo verlos a los ojos ahora y defender la congruencia y la honestidad de mi gestión. Podemos equivocarnos en el camino, pero en su caso no titubearé, como de hecho no he titubeado, para corregir y enmendar”, manifestó.
Expuso que en el tema migrante se recibieron 266 quejas por violaciones del Instituto Nacional de Migración (INM) y de la Comisión Mexicana de Ayuda al Refugiado (Comar) de noviembre de 2019 al 15 de febrero de 2020.
Además, aseguró que la CNDH acompañó a tres caravanas migrantes en Nuevo Laredo, Tamaulipas y una en Chiapas, misma que entró en contacto de éxodo.
kl