Desde hace siete años Estefany Sánchez visita cada 15 días a su esposo en el Reclusorio Norte, por un delito que asegura no cometió, pero ante la falta de medidas de higiene por la contingencia sanitaria, aseguró “que es mejor cancelar las visitas porque no piden que usemos cubrebocas, sólo hay gel para que cada visita se ponga y ya, pero a los presos no les dan ni les toman la temperatura”.
En entrevista con La Razón señaló que hace unos días su esposo se sentía muy mal, tenía fiebre y parecía que estaba intoxicado, “aunque avisó a los custodios, no le hicieron caso hasta que hice un par de trámites para que lo atendieran”, pero sólo le dieron una pastilla.
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En tanto, otros familiares de reos detallaron que en la puerta de acceso hay tres personas que registran su temperatura, que les ponen gel antibacterial, hay un garrafón con cloro y jabón que muestra el aseo del lugar; sin embargo, criticaron que a los internos no les ponen gel y tampoco registran su temperatura.
Incluso, Alma Vergara, pareja de un hombre que está en reclusión desde hace seis años, aseguró que están dejando pasar a personas con gripa, pues no se dan cuenta que algunos van enfermos. Agregó que su pareja también estaba enfermo y al interior del reclusorio nadie lleva un registro, por lo que no lo aislaron y tampoco lo revisaron.
“La chica que estaba formada atrás de mí venía con gripe, pero no la regresaron, yo estaba igual y no me dijeron nada, no nos piden cubrebocas, sólo las personas que van bien enfermas lo usan”, comentó.
A esta situación sanitaria se suma el sarampión, luego de que a inicios de mes se reportaron dos contagios en el reclusorio, hecho por el que desde el pasado 7 de marzo la Secretaría de Gobierno de la Ciudad de México dispuso de un cerco sanitario y autoridades aplicaron cientos de vacunas.
En torno a las pocas medidas de higiene, Daniela Flores compartió que las medidas para visitas conyugales tampoco son las más favorables: “después de lo del sarampión y ahorita con la epidemia, yo no he sabido que desinfecten o al menos hagan limpieza”.
Detalló que cuando ingresó estaba horrible y sucio, y además olía mal por lo que “mi marido y yo mejor nos quedamos sentados, nos dio miedo que me contagie de algo”.
Por separado, Gabriela Morales quien tiene a su pareja en este reclusorio aseguró que la información que tienen como familiares hasta el momento es que la epidemia de sarampión se ha controlado; sin embargo, confió en que si se registran casos de coronavirus, se ponga a los casos sospechosos bajo aislamiento.
Hasta el momento, a más de un mes de que se detectara el primer caso de Covid-19 en el país, no se han cancelado las visitas y varias de las mujeres que visitan a sus familiares aseguran que las autoridades no han tomado las medidas sanitarias correspondientes, aun cuando ellos muestren diversos malestares. “Es complicado que tenga la atención médica correspondiente”, comentó una señora de unos 35 años antes de entrar y escuchar que algunas mujeres se quejaban de la falta de higiene en las paredes del lugar.
El dato: Organizaciones de derechos humanos han denunciado sobrepoblación que existe en reclusorios en el país, entre los que destaca el ubicado en la Gustavo A. Madero.