El sacerdote y defensor de los migrantes Alejandro Solalinde aseguró que los motines y agresiones al interior de los centros de detención se repetirán en los próximos días, luego de que el martes pasado, extranjeros, en su mayoría hondureños, protestaron de manera violenta en una estación de Tenosique, Tabasco, dejando un saldo de un muerto y 15 heridos.
En entrevista con La Razón, el activista explicó que el miedo de contraer Covid-19 en los albergues y la necesidad de volver a su país de origen se traduce en hechos como el de Tenosique, donde un grupo de hombres incendió colchonetas con el fin de presionar a las autoridades del Instituto Nacional de Migración (INM).
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“El temor es que apenas los suelten y se vayan al norte, lo que ha ocasionado problemas internacionales; por eso hablo de que es un problema complejo, ya que los migrantes apenas tienen papeles y se van al norte y traen otros problemas”, declaró.
Solalinde recordó que naciones como Honduras, El Salvador y Guatemala cerraron su frontera para evitar contagios de Covid-19, dejando varados a cientos de sus connacionales, lo que intensifica la incertidumbre entre los migrantes y, por ende, el caos, los actos vandálicos y las agresiones hacia personal del INM, “y es sólo el comienzo”.
Al respecto, el sacerdote llamó al propio instituto y a la Subsecretaría de Derechos Humanos, Población y Migración, de la Secretaría de Gobernación, a implementar protocolos y capacitar al personal para atender futuros eventos.
En tanto, Ana Sainz, directora de Sin Fronteras, dijo a este medio que desde meses atrás se pidió al INM que revisara la situación en Tenosique, donde detectaron hacinamiento.
“Hacemos un llamado al Estado para que se libere a la gente por el peligro que corren en las estaciones migratorias, ya que siempre se deja afuera a los migrantes ante la emergencia por coronavirus. Deben ser liberados por humanidad, más allá de una política”, puntualizó.
Sainz coincidió en que habrá episodios similares si no se libera a los extranjeros.
Ayer, el INM emitió una tarjeta informativa en la que explicó que alrededor de las 19:45 horas del martes, se suscitó un conato de incendio por parte de los refugiados en la estación migratoria de Tenosique, quienes fueron desalojados por la Guardia Nacional, la Policía Auxiliar y Protección Civil.
Este hecho dejó un hombre de 42 años, de origen guatemalteco, fallecido, debido a la inhalación de monóxido de carbono. Éste se encontraba en condición de refugiado, junto con su esposa, hijo, nuera y hermano, y sus familiares recibirán tarjetas de visitante por razones humanitarias.
Además hubo 15 personas con síntomas de intoxicación, de las que 14 requirieron hospitalización. Hasta el momento, 11 ya fueron dadas de alta y las tres restantes están sin diagnóstico de gravedad.
El dato: El INM informó que mantiene diálogo para que los países que cerraron fronteras accedan a recibir a sus ciudadanos, quienes han expresado su deseo de retornar a su lugar de origen.
En el suceso, 27 migrantes aprovecharon para escapar al momento en que se abrieron las puertas para poner a salvo a la población del albergue.
Tras los hechos, personal de la Oficina en México de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) acudió al centro de detención migratoria y gestionó el traslado de 42 solicitantes de asilo a un albergue, desde donde podrán continuar su procedimiento ante la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar).