Prevén salida el 30 de junio; en AL 54.2% de casos activos

Vuelven caravanas de migrantes en etapa más crítica de la pandemia

Se organizan centroamericanos por WhatsApp; proponen reunirse en Guatemala y aprovechar “menor vigilancia” en México para cruzar; advierten defensores de derechos humanos del alto peligro de transmisión del virus; llaman a gobiernos a impedir movilización

Migrantes avanzan por Chiapas, tras cruzar el Río Suchiate, en enero pasado. Foto: Cuartoscuro

Ante la desesperación que enfrentan por la crisis económica que atraviesan en sus países de origen, ciudadanos de Honduras, El Salvador y Guatemala alistan una nueva caravana migrante hacia Estados Unidos, en el momento de mayor riesgo para América Latina por los contagios de Covid-19.

La convocatoria, lanzada a través de redes sociales, como Facebook y WhatsApp, es para el próximo 30 de junio, pues sólo esperan a que se reactive el transporte público en sus naciones para comenzar el éxodo hacia el vecino país del norte.

En los mensajes de chat a los que La Razón tuvo acceso, prevén que sea en la capital de Guatemala la primera concentración, de donde partirían hacia la ciudad de Huehuetenango; ahí harían una parada para descansar y reanudarían rumbo a la frontera con México, donde suponen que hay paso seguro, pues debido a la contingencia sanitaria la vigilancia del Instituto Nacional de Migración (INM) se relajó.

“Nos vamos el 30 de junio y nos quedamos de ver en Guatemala, todo depende del transporte público que se reactive, pero con o sin Covid, nos vamos. En El Salvador ya se está normalizando el servicio de buses y ahorita nadie está parando a nadie, por eso hay que aprovechar”, se lee en los mensajes de chat.

Una vez ingresada a territorio nacional, la caravana llegarían al municipio Cuauhtémoc, en Chiapas. Ahí, las dos rutas a seguir son Comalapa o La Trinitaria, que expertos han denunciado como una zona sin supervisión de seguridad y donde sigue el comercio, el paso irregular de personas y mercancías de dudosa procedencia.

“Les aconsejo que no traigan a menores si van a venir en la caravana, porque se pierden y luego ya no se pueden encontrar. Se tienen que venir por Huehuetenango y caminar por toda La Mesilla hasta llegar a Ciudad Cuauhtémoc. Yo voy a Honduras y los espero allá para quien se venga conmigo”, se escucha en un audio enviado por Edwin “N”.

“Es irresponsable de parte de los organizadores y de los gobiernos si es que los dejan salir, yo entiendo la necesidad, pero es lo peor que pueden hacer en tiempos de pandemia al trasladar posibles contagios”
Irineo Mujica, Director de Pueblo sin Fronteras

La orden que organizadores dieron en chats de WhatsApp es clara y contundente: “no vamos a pasar por El Ceibo, no nos vamos a adentrar a esa zona porque está llena de zetas que sólo extorsionan”.

Al respecto, Eunice Rendón, directora de Agenda Migrante, expresó su preocupación por la concentración de la caravana, pues en este momento los contagios de coronavirus en América Latina van al alza “y cualquier aglomeración es un riesgo para la propagación del virus, más aún cuando no hay tratamientos ni vacuna”.

“Hay un crecimiento diario de casos en el continente, en estos momentos el riesgo es de salud pública y más por la enfermedad que por otras cosas”, afirmó.

La activista agregó, sin embargo, que en Centroamérica se ha exacerbado la pobreza y por ello, los migrantes buscarán nuevas maneras de sobrevivir.

Para Irineo Mujica, de Pueblo sin Fronteras, la movilización en plena pandemia “es lo peor que podría pasarnos a todos porque no sólo se ponen en peligro los propios migrantes, también a las poblaciones por donde transiten por el contagio que puede trasladarse de un lugar a otro”.

En grupos de WhatsApp, los migrantes se comparten tips para viajar más cómodos.

El activista también recuerda que a la caravana podrían sumarse los haitianos y africanos que se encuentran varados entre Honduras y Guatemala por la epidemia.

“Es irresponsable de parte de los organizadores y de los gobiernos si es que los dejan salir, yo entiendo la necesidad, pero es lo peor que pueden hacer en tiempos de pandemia al trasladar posibles contagios”, señaló.

Apenas ayer la Organización Mundial de la Salud dio a conocer que el total de casos confirmados supera los ocho millones y la mitad de ellos se encuentra en este continente: 2.15 millones en Estados Unidos, cien mil en Canadá y el resto en América Latina.

En este sentido, la subdirectora de la organización Al Otro Lado de Tijuana, Soraya Vázquez, indicó que el llamado debería ser a los gobiernos de esos tres países de Centroamérica para evitar que se concrete la movilización y, con ello, un aumento en el número de contagios.

“Más bien haría un llamado a los gobiernos de esos países a atender las necesidades de la población para que las personas eviten tomar la decisión de migrar, ya que pueden tener consecuencias muy graves en torno a la salud”, dijo.

A su vez, Ana Sainz, de la organización civil Sin Fronteras, precisó que el reinicio de tránsito migrante se veía venir, pues la gente está desesperada porque en su país no tiene condiciones para sobrevivir debido a la crisis sanitaria y económica. Por eso es que ahora busca nuevas formas de llegar a México, aunque sean más peligrosas.

Cada día 128 personas piden asilo a México: Comar

A pesar de la contingencia sanitaria, un promedio de 128 personas al día solicita refugio en México, informó la Comisión Mexicana de Ayuda a los Refugiados (Comar).

De este modo, suman ya más de 20 mil peticiones en 2020, de acuerdo con los datos que envió a la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

Por su parte, el organismo a cargo de la ONU señaló que las solicitudes de asilo en México crecieron más de 138 por ciento entre 2018 y 2019, al pasar de 29 mil 600 a 70 mil 400.

Además, en la última década las peticiones crecieron 300 por ciento, que pasaron de 17 mil 600 a 70 mil 400.

Del total de los solicitantes en 2019, 43 por ciento eran de Honduras, 13 por ciento de El Salvador, 12 por ciento de Cuba y 11 por ciento de Venezuela.

El incremento, señaló la ACNUR, se debió a que se aplicaron procedimientos simplificados para ciertos perfiles de casos, como mujeres y niños o personas con alto grado de vulnerabilidad, lo que se tradujo en altas tasas de reconocimiento de desplazados o refugiados.

A esto se suman las condiciones en los países de origen, como inseguridad y falta de empleos.

Con información de Jorge Chaparro