El coronavirus fue el principal opositor de los legisladores, quienes este martes sesionaron en tiempos de Covid, y en la que avalaron, por amplia mayoría, las leyes que armonizan el marco jurídico nacional con el Tratado de Libre Comercio de México-Estados Unidos- Canadá (T-MEC).
En punto de las 11 horas con 44 minutos, y con un quórum de 347 diputados, se dio por iniciada la sesión extraordinaria en San Lázaro, en la que se ordenó que solo estuvieran presentes 50 legisladores en el pleno.
Aunque hubo consenso, y en menos de cuatro horas avalaron las leyes de Protección Industrial, de Infraestructura de la Calidad, reformas a diversas disposiciones del Código Penal Federal y de la Ley Federal de Derecho de Autor, así como el acuerdo por el que se reanuda el proceso de elección de consejeras y consejeros del Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE), a la hora de la votación no lograron respetar en su totalidad las medidas sanitarias para evitar riesgos de contagio por Covid-19.
Fue una simple propuesta, del diputado Pablo Gómez, con más de 50 años de experiencia parlamentaria, la que rompió el frágil orden que había en San Lázaro.
“Le pedimos a los compañeros que están en el pleno que hagan favor de retirarse ya que llamaremos al primer bloque para la votación”, pidió a los diputados la secretaria Sara Rocha, quien previamente había explicado que ya se estaban conformados grupos de 50 en 50 para la votación.
“En este momento ya estamos 50, para qué nos sacan de aquí, mejor votamos aquí de una vez y luego entra el siguiente grupo”, replicó Gómez Álvarez, al tiempo que comenzó a ingresar el primer grupo que ya estaba pactado.
En pocos minutos ya eran 120 los diputados que emitieron su voto, toda vez que nadie se salió del pleno.
Más tarde se retomó el acuerdo que estaba pactado desde un inicio, salieron todos los legisladores y comenzaron a ingresar en grupos menores a 50, por lo que la votación concluyó sin mayor contratiempo, salvo las dos horas y media que les llevó pasar a emitir el sufragio en siete bloques distintos y después contabilizarlos.
La Ley de Protección Industrial y la Ley de Infraestructura de la Calidad se aprobó con 367 votos a favor, una abstención (de la diputada de Morena Lorena Villavicencio) y cero en contra; las reformas a diversas disposiciones del Código Penal Federal fueron avaladas por 364 votos a favor, una abstención y cero en contra; mientras que la reforma a diversas disposiciones a la Ley Federal de Derecho de Autor pasó con 364 votos a favor, una abstención y cero en contra.
Además, el acuerdo por el que se reanuda el proceso de elección de consejeras y consejeros del Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE), fue avalado por unanimidad con 372 votos a favor, cero abstenciones y cero en contra.
Ello solo fue un parte de la problemática a la que se enfrentaron los diputados, pues desde su llegada, a partir de las 11 horas, tuvieron que portar el cubrebocas de forma obligatoria.
Una revisión de la temperatura a la entrada y otra más en el pleno, fue parte del protocolo.
En el salón de sesiones, como en la calle, se vio de todo; los protegidos en demasía y los más incrédulos que de plano no se cuidaron.
Un diputado llegó a San Lázaro tan blindado que fue difícil ubicar su identidad; traía cubrebocas de neopreno y una careta que le cubría toda su cabeza.
Otros, como el morenista Gerardo Fernández Noroña, hizo caso omiso a las reglas y se paseó por el pleno sin cubrebocas.
En la tribuna tampoco faltaron las diputadas que combinaron sus ropas con el cubrebocas, como Maribel Martínez, del PT, quien portó uno negro con bordado de flores.
Aunque nada de ello impidió realizar las tradicionales protestas con pancarta en mano, como los petistas que exigieron la destitución de la presidenta Laura Rojas:
"Exigimos la destitución de la presidenta. No representa a la mayoría", "Presidenta retira la controversia no representas a la mayoría", fue parte de los que se leyó en los letreros.
Mientras que los panistas, también con pancartas, solicitaron que se discuta a la brevedad la propuesta para aprobar el “ingreso básico universal”.
El primer reto para legislar en tiempos de Covid, llevó seis horas y media de sesión. Será el próximo 22 de julio cuando los diputados se sometan al segundo round.