Caso Ayotzinapa

Christian quería estudiar para sacar a su familia de la pobreza

El normalista fue identificado por la PGR tras analizar restos hallados en Cocula, en noviembre de 2019; su sueño era ser bailarín de danza o veterinario

Christian Alfonso Rodríguez Telumbre en una ilustración de Haydee Flores. Foto: #IlustradoresConAyotzinapa

Christian Alfonso Rodríguez Telumbre era hijo de Luz María Telumbre y Clemente Rodríguez, tenía 19 años de edad cuando fue secuestrado por la organización criminal Guerreros Unidos, entre la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre de 2014.

Este martes, la Procuraduría General de la República (PGR) dio a conocer que tras enviar restos hallados, en noviembre del año pasado en un predio a 800 metros del basurero de Cocula, a la Universidad de Insbruck se determinó que éstos son del normalista Rodríguez Telumbre, a quien su familia anhelaba hallar con vida.

El estudiante era parte del grupo que fue detenido, la noche de Iguala, en el puente El Chipote, frente al Palacio de Justicia, cuando abordaba el autobús 1531.

Era originario del barrio de Santiago, en Tixtla, Guerrero, y su sueño era estudiar para salir adelante y sacar de la pobreza a su familia, pero lo que más le apasionaba era la danza folklórica que practicaba desde pequeño.

Siendo niño ensayaba en la Casa de Cultura de Tixtla y era parte de un grupo llamado Xochiquetzal, a donde llegaba con una tradicional mochila beige y un elote.

Al joven normalista le apodaban “El Clark” porque tenía lentes de pasta negra y gruesos que asimilaban al personaje Superman; además en la prepa le decían “Soncho” y en la escuela Rural Isidro Burgos le llamaban “Hugo” por su gusto por usar playeras Hugo Boss.

El estudiante quería ser veterinario o maestro de educación especial, sin embargo, eso le representaba gastos que su familia no tenía, por ello decidió ser maestro y prepararse en normal la rural de Ayotzinapa.

Hasta ahora, su maestro de danza conserva guardados en un anaquel sus zapatos blancos, esperando volver a ser usados, pues los familiares tenían la esperanza de que regresara a bailar.

Christian Alfonso también tiene tres hermanas, Carmen, Fabiola y Maribel con quien creció y pasó la mayor parte de su infancia.

Los padres del estudiante se dedican a hacer y vender tortillas en una hoguera de carbón.

Antes, han asegurado que es difícil que los cuerpos hayan sido calcinados en el basurero de Cocula y se negaron, varias veces, la "verdad histórica" a la que llegó el gobierno federal anterior tras concluir las investigaciones.

kl

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