“En el Gobierno ya no se protege a delincuentes”

El Presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó ayer que su gobierno continuará con el combate a la pandemia del Covid-19, pero no se bajará la guardia en la cruzada contra la corrupción, y las delincuencias organizada y de “cuello blanco”.

“Tenemos que seguir atendiendo la pandemia del Covid-19, pero no dejar de lado el que desterremos de México la corrupción. La corrupción es la peste más funesta, lo que más ha dañado a México”, aseguró en su videomensaje desde la sala Daniel Cabrera, de Palacio Nacional.

Advirtió que en su administración se separó el poder económico del poder político; “el Gobierno ya no está secuestrado, no está al servicio de un grupo, de la delincuencia de cuello blanco ni al servicio de la delincuencia organizada”.

Estableció que si se limpia de corrupción al Gobierno y se acaba la impunidad, se va a lograr el renacimiento de México; sin embargo, dijo, no es poca cosa acabar con éstas, pero hay la firme convicción.

“Somos perseverantes, se va a acabar la corrupción, se va a desterrar junto con la impunidad, y tenemos autoridad para hacerlo: autoridad moral y política, y afortunadamente contamos con el respaldo de la mayoría de la gente”, insistió.

El mandatario federal recordó también el caso de Emilio Lozoya y el proceso que se le sigue por los temas de Odebrecht y la venta de la planta chatarra de Agronitrogenados, así como los supuestos “moches” que recibieron legisladores para aprobar la Reforma Energética.

“Esto está ventilándose porque uno de los actores principales, el señor Lozoya, para que se le bajen las penas, castigos, está dispuesto a hablar. También va a decir cómo sobornaron a legisladores para que aprobaran, levantaran la mano, ya no, ahora es todo electrónico, y aprobaran la llamada Reforma Energética.

“Cómo le entregan dinero a senadores para que aprobaran la Reforma Energética. Es lo mismo, un buen negocio para particulares, un mal negocio para la nación, menos producción petrolera, menos generación de energía eléctrica, aumento en los precios de las gasolinas, de la energía eléctrica y canasteo para los particulares”, puntualizó.

El primer mandatario denunció que en el gobierno de Felipe Calderón se entregaron “contratos leoninos, muy buenos y jugosos” a Odebrecht, de los que la iniciativa privada sacó provecho y que provocaron pérdidas para la Hacienda Pública. Incluso, mencionó que hasta se realizó una reunión del Consejo de esa empresa en Los Pinos, ante el expresidente.

Añadió que en el caso del exgobernador de Chihuahua César Duarte, quien sigue un proceso en Estados Unidos, el Gobierno federal solicitará que los bienes mal habidos sean compartidos con México.