Javier Coello, dijo que no teme nada, pero como estrategia legal decidieron presentar un juicio de amparo contra cualquier posible mandato privativo de libertad, que en el argot de los abogados se conoce como “buscador”, para conocer si hay alguna orden de aprehensión en su contra.
Los juicios de amparo, con los expedientes 421/2020 y 422/2020, que promovieron tanto Javier Coello Trejo, como su Javier Coello Zuarth demandaron a Felipe de Jesús Delgadillo Padierna, Juez de Distrito Especializado en el Sistema Penal Acusatorio, del Centro de Justicia Penal Federal con sede en el Reclusorio Preventivo Sur de la Ciudad de México y obtuvieron la suspensión provisional para evitar que si hay una orden en su contra puedan ser detenidos.
El juzgado tercero de distrito de Amparo Penal en la Ciudad de México, Augusto Octavio Mejía Ojeda, fijó el próximo 18 de septiembre para llevar a cabo la audiencia Constitucional, una sesión obligatoria para que el juez determine si concede o no la protección de la justicia para los abogados.
Javier Coello y su hijo se encargaron de la defensa legal de Emilio Lozoya, pero diferencias con el padre del exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex) llevaron al rompimiento de la relación cliente abogado. “Para mí el caso Lozoya es tema que se cerró”, dijo en una escueta conversación con este diario Javier Coello Trejo.
Los abogados defendieron a Lozoya Austin en el caso Odebrecht, prácticamente desde que el tema fue descubierto por la Auditoría Superior de la Federación y la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales, de la entonces, Procuraduría General de la República a cargo de Santiago Nieto y los agregados que fincó la Fiscalía General de la República hasta junio pasado, cuando recibieron instrucciones de entregar todos los expedientes al abogado Miguel Ángel Ontiveros, quien asumió la titularidad de la defensa.