México vivió un “narco-Estado” en el pasado, donde la delincuencia organizada tomó el poder, mandaba, decidía a quién perseguir y a quién proteger, y como muestra están los vínculos de Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública en el sexenio de Felipe Calderón, con un grupo criminal, afirmó el Presidente Andrés Manuel López Obrador.
“Imagínense en qué situación estaba el país, llegó a hablarse de un narco-Estado. Yo sinceramente en ese entonces pensaba, de que no era correcto clasificar de esa manera al Estado mexicano, pero luego con todo esto que está saliendo a relucir, pues sí se puede hablar de un narco-Estado”, enfatizó en conferencia de prensa.
Sin mencionar el nombre de Felipe Calderón, en cuyo sexenio laboró García Luna, el Ejecutivo lamentó los nexos de exservidores públicos con el crimen organizado, pues no había una línea divisoria entre la delincuencia y los funcionarios.
“Estaba tomado el Gobierno, quienes tenían a su cargo combatir a la delincuencia, estaban al servicio de la delincuencia, mandaba la delincuencia, tenía una gran influencia, era la que decidía a quién perseguir y a quién proteger. Entonces sí, esto tiene que atenderse para que no se repita nunca jamás, tiene que haber una línea divisoria”, puntualizó.
Sí se puede hablar de un narco-Estado, porque estaba tomado el gobierno, quienes tenían a su cargo combatir a la delincuencia estaban al servicio de la delincuencia... imagínense en qué situación estaba el paísAndrés Manuel López Obrador, Presidente de México
López Obrador aclaró por otro lado, que la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) no investiga las cuentas bancarias de los expresidentes Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, ya que hasta ahora no existe denuncia alguna ante la Fiscalía General de la República (FGR).
“Qué tanto son responsables los expresidentes, eso va a salir de las investigaciones. No investiga la UIF las cuentas; se investiga a partir de que hay una solicitud. En este caso no existe una solicitud de la Fiscalía General de la República”, subrayó.
Reiteró que para enjuiciar a los exmandatarios de México se requiere, y es lo más conveniente, una consulta donde sean los ciudadanos quienes decidan si son sometidos a proceso judicial.
“Yo soy de la idea de que sólo así se pueda juzgar a los expresidentes, aunque también yo voy a hacer lo que el pueblo decida, y lo que resulte de las investigaciones judiciales, eso ya no me va a corresponder a mí. Si en el caso de García Luna o Lozoya están involucrados los expresidentes, eso sería un asunto de carácter estrictamente judicial”, precisó.
Al reiterar que su Gobierno está en contra de la riqueza mal habida, dijo que no se debe solapar, tolerar ni establecer el hábito de la corrupción. Por el contrario, añadió, hay que detestar a quienes obtienen riquezas por la vía del influyentismo.
A mí no me tienen que someter a audiencias o consulta pública para ver si me juzgan o no, de una vez, si tienen una sola prueba contra mí que tenga validez judicial que la presenten y que actúen contra míFelipe Calderón, Expresidente de México
Por otra parte, reveló que Luis Cárdenas Palomino y Ramón Pequeño García, exfuncionarios ligados a García Luna, son investigados por la UIF, aunado al proceso que se inició en Estados Unidos.
Ratificó que no habrá impunidad ni se protegerá a nadie, al tiempo de refrendar su confianza en que el fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, no será “tapadera” ni protegerá a nadie, pues se trata de un hombre íntegro.
Indicó que el secretario de Seguridad, Alfonso Durazo, tiene la instrucción de depurar a todos los funcionarios que estuvieron vinculados con García Luna, “porque es un asunto realmente vergonzoso el que actuara como secretario de Seguridad Pública del Gobierno federal y al mismo tiempo protegiera a una de las bandas del crimen organizado”.
Yo no saludo a mamá de El Chapo, revira
Felipe Calderón, expresidente de México, rechazó categóricamente que su administración haya sido un narco-Estado, como lo refirió el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, pues aseguró que es un hostigamiento político con ánimos de revanchismo.
“Es un hostigamiento político por parte del presidente y su gente. Todo yo, todo es Calderón, todo es por Calderón. Esto no es justicia ni es acabar con la corrupción, es ganas de revancha política, de persecución política”, declaró en entrevista con Joaquín López Dóriga en Radio Fórmula.
Señaló que son ofensivas para el país tales acusaciones, pues si alguna administración fue la que hizo frente al narcotráfico fue la que él encabezó; además, dijo que el Gobierno actual sólo trata de asustar con filtraciones ilegales “pero me va a hacer los mandados; los señalamientos en mi contra no me preocupan”, dijo al referirse al caso de Emilio Lozoya y las presuntas imputaciones por sobornos a panistas que aprobaron la Reforma Energética.
Dijo que se le puede criticar de muchas cosas y que muchas personas no pueden estar de acuerdo con la estrategia que llevó a cabo en su administración, pero dijo que él no saluda a la mamá de Joaquín El Chapo Guzmán, ni ha liberado a algún criminal, pues en su gestión extraditó a EU a 25 de 34 de los criminales más buscados.
“Puede que haya gente que incurrió en corruptelas, eso lo demostrarán las autoridades una vez que se llevan a cabo los juicios y se desahoguen las evidencias, pero de que había un Gobierno totalmente comprometido y determinado en la lucha contra la delincuencia fue el mío”, afirmó.
Añadió que las denuncias al exsecretario de Seguridad Pública en su gobierno, Genaro García Luna, se tienen que probar, pues mientras no se haga, son sólo calumnias, y dijo que si tienen también querellas en su contra que se actúe, ya que México es un país de leyes y no de consultas.
“Es un país constitucional que dice que nadie puede ser calumniado si no hay pruebas. Estamos en un país de linchamientos a contentillo del humor presidencial y de sus necesidades políticas”, dijo.