Como parte del proceso de regulación migratoria, el Instituto Nacional de Migración (INM) deportó a 3 mil 911 personas del 21 de marzo al 30 de abril, en plena emergencia sanitaria por COVID-19, debido a que priorizaron la salida de mujeres y menores de las estaciones migratorias para evitar hacinamiento y propagación de la enfermedad.
Además, en territorio nacional, se localizaron a 35 migrantes reportados como extraviados en diferentes zonas de difícil acceso, y se rescató a mil 740 migrantes; además de brindar primeros auxilios a 55 personas.
De 20 de marzo al 30 de junio de 2020, el organismo a través de los Grupos Beta ayudó a 14 mil 712 personas en el marco de la contingencia por COVID-19; además, se atendieron a 4 mil 832 niños migrantes no acompañados de Centroamérica.
En torno al refugio de personas migrantes, se recibieron en 2019, 70 mil 600 solicitudes de protección de 85 países distintos; además, en el primer trimestre de 2020, se tuvo un incremento del 34 por ciento con respecto al mismo periodo, pero del año anterior. Sin embargo, la emergencia sanitaria permitió que se disminuyera el número, debido al cierre de fronteras de los países de Centroamérica.
Por es razón, el Congreso de la Unión aprobó un incremento a 27 millones para atender a la población que se encuentra en movilidad y requiere de apoyo de las autoridades mexicanas; de esta manera, se dio apertura al Centro de Registro de Solicitantes de la Condición de Refugiados en Tapachula, Chiapas, el cual permite la admisión diaria a trámite de 120 casos nuevos.
Del 1 de septiembre de 2019 al 30 de junio de 2020, la Comisión Mexicana de Ayuda al Refugiado (Comar) recibió a nivel nacional 28 mil 041 solicitudes de la condición de refugiado, pero desde el inicio de la pandemia en marzo y hasta el 30 de junio, se emitieron 5 mil 637 casos de la condición de refugiado a nivel nacional.
Por otra parte, el gobierno federal aseguró que la prioridad para los países de Centroamérica se centró en el Plan de Desarrollo Integral (PDI), que tiene por objetivo el bienestar social, sostenibilidad ambiental, gestión integral del ciclo migratorio y el desarrollo económico de Honduras, El Salvador y Guatemala; lo anterior para evitar que la migración continúe hacia México.
En septiembre de 2019, los tres países de Centroamérica y México acordaron programas sociales como Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo el futuro. En El Salvador, de octubre de 2019 a junio de 2020, se inscribieron 4 mil 079 personas para Sembrando Vida y 4 mil jóvenes para el segundo.
En Honduras, del 28 de enero de 2020 y, hasta el 30 de junio del 2020, se inscribieron 567 personas para el primer programa y 990 jóvenes para el segundo.