La voz de Yesenia Zamudio, madre de víctima de feminicidio, retumbó afuera de las instalaciones de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) que el colectivo Ni Una Menos tiene tomada desde hace siete días: “las sedes las van a tomar todas las familias de todos esos estados a los que no les han dado atención”.
Luego de que las manifestaciones en sedes de Derechos Humanos en el país han ido creciendo en los últimos tres días en apoyo a la protesta que se originó en la capital mexicana, la activista advirtió que éstas continuarían para hospedar a todas las víctimas de violencia.
“Vamos a llevar (a esas sedes) nuestro pliego petitorio, vamos a llevar a las personas que queremos que se queden ahí. No hay opción, no es negociable; vamos a empezar a tomar todas las sedes de todo el país. Y de una vez se les advierte: yo aquí voy a estar, no me voy a mover. Vamos a apoyar a las compañeras de Ecatepec. Que no se les olvide por qué estamos tomando las malditas instituciones”, sentenció.
Desde el jueves pasado, las protestas de colectivos se han replicado y hoy ya son seis estados donde feministas han impedido el acceso instalaciones de sedes de Derechos Humanos: Aguascalientes, Michoacán, Veracruz, Puebla, Tabasco y Estado de México.
De hecho, en esta última entidad y tras el desalojo del jueves de feministas que mantenían tomada la sede de la CNDH, en Ecatepec, integrantes de Ni Una Menos se pronunciaron en contra y exigieron la vinculación a proceso de los policías que participaron.
Ayer, luego del posicionamiento del colectivo Ni una Menos, un grupo del llamado Bloque Negro se dirigió a Ecatepec con la intención de tomar físicamente el inmueble.
Con la consigna “si no es nuestro no será de nadie”, las manifestantes rompieron la puerta del edificio con un hacha y un martillo. Una vez dentro, desalojaron a quienes se encontraban reguardando el lugar para posteriormente prender fuego con bombas molotov a documentos de la sede.
En cuestión de 20 minutos el fuego se extendió; sin embargo, hubo un momento en el que trabajadores señalaron que algunas personas se habían quedado atrapadas, por lo que las feministas usaron un extinguidor para entrar a verificar.
Ayer, en Tabasco, feministas se unieron al Frente Nacional Ni una Menos y tomaron de manera simbólica las instalaciones de la CNDH de la entidad. Al grito de “¡No nos vamos a callar más! ¡Lo estamos tumbando!”, las manifestantes colocaron sellos de clausura en la entrada del edificio y pegaron foto de mujeres desaparecidas.
Mientras que en Puebla, otro colectivo se solidarizó y protestó a las afueras de la sede de la CNDH, donde exigió parar la violencia en contra de las mujeres.
Con cintas amarillas y cartulinas con fotos de personas desaparecidas manifestaron su descontento; sin embargo, las autoridades lograron cerrar las puertas de la sede antes de que pudieran hacer destrozos. Incluso el gobernador Miguel Barbosa dijo estar a favor de la libertad de expresión, pero consideró algunas expresiones “insultantes y fuera de la ley”.
“Las tomas tienen un sentido. Siempre nos preguntan por qué tomar la CNDH y no la Procuraduría. Pues porque es la institución que tendría que estar atendiendo todas las violaciones de derechos humanos de las que las mujeres han sido objeto”, sentenciaron integrantes de Ni una Menos.
- Resolución de los casos pendientes.
- Reconocimiento de las autoridades de la gravedad de los feminicidios en el país.
- Emitir una alerta de género en el ámbito nacional.
- Implementar políticas para erradicar el discurso patriarcal en la clase política.
- Capacitar a las fiscalías del país en perspectiva de género y crear refugios para las víctimas de violencia.
- Actualizar el protocolo de atención de delitos contra menores de edad.
Con información de Jorge Butrón