Ante el conflicto histórico en las comunidades de Chenalhó y Aldama, Chiapas, el Presidente Andrés Manuel López Obrador hizo un llamado a la reconciliación de sus habitantes, que se vean como hermanos y no como enemigos donde prevalezca el odio y la confrontación.
"Los pastores de las iglesias evangélicas, sacerdotes de la iglesia católica, defensores de derechos humanos, los que participan en organizaciones verdaderamente no gubernamentales y autoridades, deben ayudar en esto para conseguir la paz porque no se trata de decir estos son los buenos y los otros son los malos", dijo durante la conferencia mañanera.
Luego de escuchar el informe del subsecretario de Derechos Humanos de Gobernación, Alejandro Encinas, donde reveló que a la fecha hay 26 muertos por la disputa de tierras (20 de Chenalhó y 6 de Aldama), el primer mandatario dijo que su gobierno no quiere violencia y que ningún habitante sufra o padezca esos conflictos.
Dijo que ninguna de las partes debe cerrarse al diálogo para encontrar una solución al conflicto en esas comunidades chiapanecas por la disputa agraria de 50 hectáreas.
¿Cuántos muertos?, entonces tenemos que ayudar todos a conseguir la paz, que todos ayudemos a la conciliación y en Chiapas hay buenos ejemplos, así como existen estos enfrentamientos que vienen de tiempo atrás, hay quienes viven en armonía, católicos y evangélicos, se respetan y cada quien va a su templo.
Por su parte, el subsecretario Encinas Rodríguez aclaró que el grupo paramilitar que apareció hace algunos días no tiene vínculos con las comunidades, sino que existen factores externos que quieren alterar el conflicto.
No hay evidencia de que ese grupo forme parte de una de las comunidades, se tendrá que hacer la investigación, aseguró el jefe del Ejecutivo federal.
Señaló que hay avances para resolver el conflicto territorial en Aldama y Chenalhó, ya que en la primera comunidad sus autoridades aceptaron en asamblea que se destinaran 32.7 hectáreas para ellos y 27 hectáreas para el segundo municipio.
ntb