El 15 de junio pasado, en plena pandemia de coronavirus, el Premio Nobel de Química mexicano, Mario Molina, fallecido este miércoles, pugnó por que los gobernantes usaran el cubrebocas para poner el ejemplo a la población.
"Tenemos varios presidentes, el de México, el de Estados Unidos, el de Brasil, por alguna razón (no lo usan), es una cuestión cultural", dijo sobre los mandatarios a quienes hasta entonces no se les había visto portar una mascarilla.
Al participar, vía remota, en una conferencia de la jefa de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, abundó que si un presidente mantiene la sana distancia y está en una conferencia de prensa, está bien que no use, "pero si va a hacer una gira donde va a estar con mucha gente, sí sería importantísimo que lo use para poner el ejemplo”, agregó.
También criticó al presidente estadounidense, Donald Trump, quien, dijo, quiere tener su propia ciencia, "creó sus propias medicinas que ya se comprobó que no funcionan".
El documento establece que el coronavirus, que causa la COVID-19, puede viajar a través del aire, en partículas diminutas (llamadas PM 2.5 por medir menos de dos micras y media), sin embargo, la mascarilla puede evitar que entren a las vía respiratorias.
“Estas partículas no se ven pero salen al hablar, no tienes que toser ni estornudar.
"Fue un error de la OMS (Organización Mundial de la Salud) decir que la transmisión del COVID sólo se hace por las gotas grandes cuando tose uno.
"Lo que apenas están reconociendo son los aerosoles que transmiten el virus, pero por fortuna se pueden parar con las máscaras”, dijo el Nobel de Química mexicano.
kl