Mujeres y niñas siguen siendo las más vulnerables en México, pues en lo que va del año, de las desapariciones de menores de edad la mayor parte corresponde a este sector, con 67.05 por ciento; es decir, de cada 10 menores que desaparecen al día en 2020, siete corresponden al sexo femenino.
Datos del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDN) dan cuenta de dos mil 841 menores de edad desaparecidos entre el 1 de enero y el 18 de octubre; de éstos, mil 905 son mujeres de cero a 17 años.
De acuerdo con activistas y colectivos de búsqueda, dos de las causas son la violencia feminicida y la trata de personas.
En entrevista con La Razón, Rosi Orozco, presidenta de la organización Unidos contra la Trata, afirmó que a muchas de las víctimas las levantan al salir de sus casas.
“Claro que (la desaparición de mujeres) está ligada, por supuesto que sí. Es lo que más le hemos suplicado a las autoridades cuando desaparece una mujer, sea mayor o menor de edad. Muchas de las adolescentes son desaparecidas porque las levantan al salir de sus hogares y jamás se vuelve a saber de ellas”, manifestó.
La activista señaló que muchas adolescentes son llevadas desde México a Estados Unidos en contenedores, pero por la corrupción no se sabe nada de su presencia en las aduanas del país. Por ello, muchas mujeres ya no son ubicadas en México, pues su destino es el norte del país.
Advirtió, además, que 40 por ciento de las mujeres en giros negros “sean menores o mayores son asesinadas, son explotadas y desaparecidas, por ello, es toda una estructura que las autoridades deben atacar más, ya que son muchos los lugares que trafican con las personas”.
Estadísticas del RNPDN revelan una situación de mucha vulnerabilidad para las menores de edad desde hace 56 años. De 1964 a octubre de 2020, de las 79 mil 633 mujeres de todas las edades desaparecidas en México, más de 51 mil son niñas y adolescentes, lo que representa poco más del 64 por ciento.
Leticia Mora, del colectivo Madres en Búsqueda de sus Hijos con presencia en Veracruz, Ciudad de México y Estado de México, indica que la mayoría de las jóvenes son secuestradas y llevadas a entidades diferentes al de su lugar de origen, lo que dificulta hallarlas.
“Las agarran (donde viven) y las mueven de estados, las van cambiando y por eso es complicado hallarlas. Si ellas no se comportan como los padrotes quieren, las matan y eso sirve como lección para las demás y para que hagan caso”, dijo.
Aseguró que erradicar la trata de personas o desapariciones es muy difícil, pues son temas de mucho dinero que las autoridades no investigan y por ello, cada vez va en aumento la cifra de extraviados.
A esta situación se agrega una reducción de desapariciones que, aseguran colectivos y expertos, se debe a la emergencia sanitaria por la pandemia, principalmente por la suspensión de actividades en los ministerios públicos.
Informes del mismo Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas dan cuenta que del primero de enero al 18 de octubre del año pasado, la cifra de menores de edad (tanto hombres como mujeres) es dramáticamente mayor, casi el doble que en este año con cuatro mil 404 casos. Y la similitud con este año es que la mayoría de víctimas siguen siendo las mujeres, con dos mil 892 lo que representa el 65.67 por ciento. Es decir, más o menos casos, son niñas y mujeres adolescentes el foco rojo de entre los menores de edad que desaparecen en nuestro país.
El padre y activista Alejandro Solalinde aseguró que “todas las cifras que se puedan dar son pálidas y lejanas estimaciones, pues la realidad es brutal y nadie puede cuantificarla porque no hay manera de hacerlo, ya que las personas desaparecen y no dejan huella”.
Con preocupación, el sacerdote manifestó que ve difícil romper la estructura que las bandas tienen por años, mismas que están arraigadas en estados como Veracruz, Chihuahua, Puebla, Oaxaca o Tlaxcala.