La violencia contra las mujeres es una situación grave a nivel nacional, pero cuando se trata de menores de edad el efecto es más alto, porque se trata de víctimas en mayor vulnerabilidad, advierten senadoras integrantes de la comisión de Derechos Humanos.
Luego de conocer las cifras que publicó La Razón sobre mujeres desaparecidas, la senadora Kenia López Rabadán, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Senado, dijo que la principal preocupación de eliminar el fondo de atención a víctimas radica en que son estas personas las más vulnerables.
“Es algo inhumano y mezquino el pensar en quitar ese fondo. Cuando hay desapariciones de mujeres es terrible, pero cuando hablamos de desaparición de mujeres menores de edad es todavía más, porque se vuelve un grupo absolutamente vulnerable”, señaló.
Agregó que la desaparición de una mujer joven no implica sólo una víctima, pues sus familiares se convierten en víctimas indirectas de estas desapariciones. Insistió en que los fondos destinados para atender a estos grupos deben permanecer, rechazando que exista corrupción como acusa el gobierno federal.
“¿Cómo puede ser corrupta una mamá que está recibiendo cuatro mil pesos del fondo y con ese dinero está buscando a su hija y está alimentando a su nieta? No puede ser que los metan en la misma bolsa de corruptos porque no es real”.
Por su parte, la senadora de Morena, Antares Vázquez, integrante de la Comisión de Derechos Humanos del Senado, señaló que lamentablemente las mujeres jóvenes que desaparecen, en muchos de los casos, terminan en manos de bandas de trata de personas.
“En otros casos, son los mismos familiares quienes cometen los delitos, violan y asesinan a sus propias hijas, esto es un problema de cultura familiar; es un problema en el que todos tenemos responsabilidad. Si bien las autoridades deben planear políticas públicas que permitan garantizar una vida libre de violencia para las mujeres, también en casa deben colaborar para terminar con esta cultura patriarcal de sometimiento a las mujeres”, consideró Antares Vázquez.
Agregó que, “el hecho de que sean las propias familias quienes violentan o asesinan a las niñas las hace más vulnerables. Esa es, por ejemplo, la gran diferencia con la violencia contra los hombres, donde también hay una víctima y un agresor, pero en el caso de las mujeres, donde ya de por sí enfrentan una situación de vulnerabilidad, es más peligroso cuando se trata de niñas”, estimó la legisladora por Guanajuato.