Investigadores del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) anunciaron que, al igual que otras universidades privadas, también les será retirado el apoyo económico que recibían por parte del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt). Con ello, seis de cada 10 investigadores de universidades privadas dejarán de recibir estímulos para proyectos de investigación en México.
En el caso del ITESM, ésta institución concentra 39.3 por ciento (644 investigadores) de los integrantes del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) en educación privada (un total de mil 636).
Previamente se implementó este recorte en la Universidad Iberoamericana (UIA), Universidad de las Américas de Puebla (UDLAP) y el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), los cuales cuentan con 176, 118 y 97 investigadores, respectivamente.
En conjunto, estas cuatro instituciones particulares de educación superior reúnen a 63.2 por ciento de los investigadores de universidades privadas adscritos al SNI a nivel nacional que se verán afectados.
Los estímulos son para los investigadores, no para las universidades. (Esta medida) va en contra del desarrollo científico y tecnológico del paísSalvador Leetoy, Investigador de ciencias sociales del ITESM
Este lunes, en una reunión con el rector del ITESM, David Garza, se les notificó a los académicos que el estímulo económico otorgado por SNI se cancelará a partir de noviembre próximo.
Al respecto, Salvador Leetoy, investigador del área de ciencias sociales SNI nivel I, advirtió en entrevista con La Razón que esta medida afectaría al desarrollo de proyectos relacionados, entre otros temas, con la pandemia de Covid-19.
“El Tecnológico desarrolló, por ejemplo, respiradores a bajo costo. Se ha estado desarrollando mucha investigación para experimentación de fármacos para tratar la enfermedad”, manifestó.
También mencionó que hay proyectos enfocados en políticas públicas para aminorar los efectos de la pandemia, así como políticas fiscales en el área de economía.
En el caso de las ciencias sociales, detalló que se han hecho proyectos vinculados a la educación a distancia, como el uso de redes sociodigitales y plataformas para mejorar las formas de enseñanza en la contingencia.
Leetoy recordó que “los estímulos son para los investigadores, no para las universidades. Las universidades se comprometen, a su vez, a hacer investigación (...) En el caso del Tecnológico de Monterrey estas investigaciones eran millonarias”.
Los SNI de las universidades privadas representamos como el 5% de los investigadores (a nivel nacional)Eduardo González, Profesor de Relaciones Internacionales del ITESM
Aseveró que esta medida genarlizada en instituciones privadas “va en contra del desarrollo científico y tecnológico del país. La comunicación del Conacyt ha sido muy categórica, pero no en términos de un comunicado directo con nuestras autoridades, simplemente se hace el anuncio”.
Como medida emergente, el ITESM acordó con los docentes de planta entregarles un 80 por ciento del apoyo económico que recibían en un periodo de tres meses, de noviembre a enero de 2021. Sin embargo, esto no contempló inicialmente a docentes con otro contrato.
“Para enero dicen que nos van a informar las nuevas prerrogativas que se van a aplicar para la investigación en el Tec”, indicó Eduardo González Velázquez, profesor de Relaciones Internacionales SNI nivel I.
Asimismo, destacó que “los SNI de las universidades privadas representamos como el cinco por ciento” de los investigadores, por lo que contribuyen con una parte importante del desarrollo a nivel nacional.
El pasado 20 de octubre La Razón publicó que inicialmente esta medida afectaría a uno de cada cuatro integrantes del SNI en educación privada que ya dieron a conocer el recorte.
De acuerdo con una revisión del padrón del SNI correspondiente a 2020, realizada por este rotativo, hay mil 636 académicos en 50 instituciones de educación superior particulares de un total de 33 mil 166 investigadores adscritos en escuelas públicas, privadas, dependencias de gobierno e instituciones en el extranjero.
Los investigadores afectados por la medida pertenecen a las áreas de humanidades, educación, biotecnología, alimentos, tecnologías de la información y comunicación, energía, desarrollo sostenible, ingenierías, ciencias de la salud, política pública, diseño, arte, arquitectura y negocios.
A raíz de este anuncio, cientos de investigadores de las siete áreas del SNI firmaron un documento en el que manifestaron su “desacuerdo con esta decisión del Conacyt que atenta directamente contra el desarrollo de la investigación en nuestro país y puede significar importantes retrocesos en el ámbito de la educación, la tecnología y el bienestar social”.
“No puede pasarse por alto que muchas y muchos de nosotros optamos por un plan de vida ligado a la investigación y dependemos de manera importante del estímulo que otorga el Conacyt el cual, como se sabe, deriva del reconocimiento y constante evaluación de nuestra labor”, manifestaron.