Las detenciones en la frontera entre México y Estados ya se encuentran en niveles de antes de la pandemia, e incluso desde que terminó la jornada nacional de sana distancia crecieron 148.19 por ciento.
De acuerdo con la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP por sus siglas en inglés) los arrestos pasaron de 23 mil 237 en mayo a 57 mil 674 en septiembre.
El padre y activista Alejandro Solalinde considera que una de las razones es que los migrantes siguen pasando a territorio nacional y los “polleros o coyotes” reactivaron su negocio; además, agregó que en su albergue de Oaxaca están llegando personas que fueron regresadas de Estados Unidos.
“No importa si son demócratas o republicanos, el sistema es el mismo, ya que, aunque Biden diga que van a rescatar a las personas, seguirá siendo lo mismo. Hay colapso en la migración desde Estados Unidos y México es el que lo resiente siempre”, dijo a La Razón.
Haciendo una comparación entre los detenidos de septiembre y mayo, los datos de la CBP arrojan que en Río Grande, por donde cruzan a través de Matamoros y Reynosa, es donde hubo la mayor cifra de detenidos con más de 13 mil personas, a diferencia de los tres mil 698 de hace cinco meses.
Le siguen Tucson con ocho mil 373 contra tres mil 70 de mayo; y El Paso (uno de los tres cruces más transitados) donde se aprehendieron a siete mil 900 personas en contraste con los dos mil 617 de mayo.
Sobre los niños que viajan solos, Río Grande sigue siendo el cruce donde más detenciones hay, con mil 456 en septiembre, en comparación con las 192 que se registraron en mayo.
El sacerdote Alejandro Solalinde señaló que los menores son los que más comienzan a migrar, lo que significa la reactivación de “los polleros”, que están haciendo su negocio, “pues en estados como Chiapas o Oaxaca pasan sin problema, pero al llegar a Puebla o Tlaxcala los detienen”.
“Hay una interrupción de la corrupción en algunos estados y es muy visible, ya que en algunas entidades pasan sin ser vistos o sin ser molestados, pero al entrar a otros estados, los detienen y hasta deportan. Es muy grave lo que está pasando ya que aún hay redes de corrupción en el Instituto Nacional de Migración que se niegan a desaparecer”.
Sobre esta situación, Eunice Rendón, directora de Agenda Migrante, dijo a La Razón que el aumento de migrantes se debe a que diversos factores como la pobreza en sus países, la violencia, la falta de oportunidades y, recientemente, la emergencia sanitaria por la pandemia del Covid-19.
“Al final tiene que ver con gente varada en la frontera norte que ante la desesperación de sus casos intenta entrar, además de que las autoridades de Estados Unidos cada día se ponen más rudos con las detenciones por el tema de la emergencia sanitaria”, destacó.
La también activista adelantó que las detenciones aumentarán a medida que pasen los meses, toda vez que al abrir actividades en los países de Centroamérica, “las personas buscarán oportunidades económicas y huir de la inseguridad que es un problema que no cesa”.
Con esta visión coincide la directora de Sin Fronteras, Ana Sainz, quien señaló a La Razón que el aumento de las detenciones se da por la necesidad de las personas a moverse y buscar nuevas oportunidades de desarrollo, ya que por la pandemia no pudieron salir de sus países de origen, pero al abrirse las fronteras, buscarán salir para huir de la pobreza y la violencia.
“Si, ellos buscarán salir de la pobreza y la violencia porque no lo podían hacer, ya que estaban en pandemia y las fronteras cerradas, pero a medida que pasen los meses la movilidad aumentará hasta llegar a flujos normales o mayores, pues los países de Centroamérica estarán afectados en lo económico”, manifestó.