Joaquín Castro, líder del Cacus Hispano de la Cámara de Representantes de EU, no fue el único legislador en inconformarse con la decisión del Presidente Andrés Manuel López Obrador, por no abrazar la virtual victoria de Joe Biden en la contienda por la Casa Blanca; a él ya se sumaron más voces que trabajan por la comunidad latina en ese país, quienes no sólo ven un desatino diplomático; además juzgan colusión entre el mandatario mexicano y el líder estadounidense en funciones, Donald Trump.
“Esto representa un verdadero fracaso diplomático del presidente de México en un momento en que la administración entrante de Biden busca marcar el comienzo de una nueva era de amistad y cooperación con México”, escribió Castro el sábado en Twitter, después de que López Obrador declarara que no felicitaría a un ganador de las elecciones de EU hasta que concluyan todos los desafíos legales.
“Con respecto a las elecciones en Estados Unidos, vamos a esperar hasta que se resuelvan todos los asuntos legales. No puedo felicitar a un candidato u otro. Quiero esperar hasta que el proceso electoral se acabe”, dijo AMLO el mismo día en que varias cadenas estadounidenses proyectaban el triunfo de Biden sobre Trump, después de que las tendencias le favorecieron en el estado clave de Pensilvania, que le dio la ventaja numérica.
A la demanda de Castro se agregó la de Jesús García, legislador de origen mexicano por Illinois. “Presidente López Obrador. Los votantes estadounidenses han hablado y Joe Biden es nuestro presidente electo. Ganó de manera justa. No deje que se le vaya el tren”, refirió.
La demócrata por Texas, Verónica Escobar, fue aún más lejos, al acusar colusión del Presidente mexicano con las políticas antiinmigrantes de la administración Trump. “AMLO ha sido un co-conspirador de los esfuerzos de Donald Trump para socavar los derechos humanos de los solicitantes de asilo vulnerables”.
Entrevistado por La Razón, el representante de Arizona, César Chávez, de origen mexicano, coincidió en que la decisión de López Obrador “fue inoportuna”, pues deja de lado el sentir de millones de latinos, “muchos mexicanos”, que hicieron valer su voz por un cambio.
“Estamos hablando de un candidato que actualmente es el presidente y que ha demandado un fraude, que ha lastimado al sistema electoral de esta nación, por lo cual se me hace incorrecto, especialmente durante un tiempo en el que más de la mitad de la población estadounidense hemos elegido a Biden como nuestro presidente”, declaró.
Chávez, nacido en Guanajuato, quien impulsa la agenda migrante en un estado donde Trump construyó parte de su muro fronterizo, descartó, no obstante, que lo que ve como un error por parte de López Obrador, al no unirse al concierto de líderes que felicitó a Biden, tenga una repercusión en la relación México-EU.
“(Joe Biden) Se ha clasificado como un aliado de México, no creo que por la decisión de López Obrador vaya a tomar represalias en contra del pueblo mexicano, antes que nada, la relación es entre países y no entre funcionarios”, remarcó.
Sin embargo, insistió Chávez, quien se autodefine como un representante de todas las personas que persiguen el sueño americano, es importante que México llame también a Biden presidente electo porque así lo decidieron también muchos de nuestros connacionales.
“Marcelo Ebrard (canciller de México) ha hecho un gran trabajo en continuar una relación amistosa que nos conviene a ambos, por lo cual le pido al Presidente López Obrador más sensibilidad sobre lo que pasa ahora en Estados Unidos”.
López Obrador no es el único mandatario que decidió esperar para externar sus buenos deseos al sucesor de Trump. Con él hay al menos otros cinco líderes clave en la configuración geopolítica.
Destaca el presidente chino, Xi Jinping, la contraparte de una guerra comercial iniciada por Trump; el ruso Vladimir Putin, acusado de interferir en los comicios de 2016, ganados por el magnate; el populista de derecha Jair Bolsonaro, de Brasil, quien se ha declarado inspirado por las políticas trumpistas; el turco Recep T. Erdogan, otro aliado de la administración actual, y Benjamin Netanyahu, primer ministro israelí, amigo del republicano y cuyo país recibe amplias subvenciones económicas y militares de Washington.
SIN CAMBIOS DRÁSTICOS EN LA FRONTERA. Si bien Chávez expresó optimismo en que Biden dé pasos más firmes en materia migratoria, como ciudadano de un estado fronterizo, considera que sí se debe conservar la idea de tener bajo control “la entrada de personas que quieran dañar a Estados Unidos” al ingresar desde México.
“Mi optimismo va más allá de los que vimos incluso con Obama, pues debe haber un trato más humanitario para las personas que ingresan a EU para buscar mejores oportunidades, pero Biden debe tomar cartas en el asunto de seguridad en la frontera y detener a quienes hacen daño a Estados Unidos”, concluyó.