El Senado de la República buscará que los remanentes de dólares por transacciones financieras en el país sean repatriados a Estados Unidos o puedan ser incorporados a las reservas internacionales del Banco de México, explicó el senador Ricardo Monreal.
Luego de reunirse con los representantes de la Asociación de Banqueros de México (ABM), el legislador señaló que estos “sobrantes” de dólares se producen durante las transacciones en casas de bolsa, pago de remesas o en las compras en pequeños comercios en la frontera norte.
“Se le dan más facultades al Banco de México, pero también a la secretaria de Hacienda y a la Secretaría de Relaciones Exteriores para buscar mecanismos de cooperación internacional y lograr que ese sobrante en el flujo de dólares o se repatria o bien se agrega a las reservas internacionales del banco de México”, dijo Monreal.
Agregó que, al realizar transacciones para buscar el mejor precio por sus dólares, o al comprar en comercios de la frontera, un remanente de esos recursos se queda en México porque el tipo de cambio fluctúa cada día.
“Lo que buscamos con la iniciativa es que el Banco de México regule y que pueda haber una repatriación de los dólares de manera ordena, ágil, cuidadosa y que no haya en ese proceso ni delitos como el lavado de dinero, ni financiamiento al terrorismo”, explicó el legislador de Morena.
Monreal reconoció que no todos los dólares pueden regresar a Estados Unidos, pues ese país también tiene restricciones para recibir el dinero que se encuentra fuera de sus fronteras sin provocar distorsiones en el mercado interno. Por eso, “lo más viable” es que puedan integrarse a las reservas internacionales del Banxico.
En la reunión, Luis Niño de Rivera, presidente de la ABM, informó al presidente de la Junta de Coordinación Política que los bancos han avanzado en la reducción de las comisiones que cobran a sus clientes. De los 28 mil 600 cargos que había en diciembre de 2018, actualmente hay 22 mil 473 y tienen la meta de reducirlos hasta 2 mil 200 en un año.
El presidente de la ABM señaló que se avanzó en la digitalización de la banca y aunque por ahora los bancos han resentido los ingresos por anualidad en tarjetas de crédito, que disminuyó 18 por ciento, los ahorros generados por el uso de dispositivos móviles como medio de pago está compensando las pérdidas.
Niño de Rivera también aseguró que las tasas de interés por préstamos bancarios registraron una disminución al pasar de 8.6 por ciento a 5.5 por ciento en el caso de grandes empresas y para las pequeñas y medianas la tasa se redujo de 9.4 al 6.1 por ciento.
Los créditos personales también pasaron de 37.2 por ciento a 31.3 por ciento mientras que los créditos hipotecarios pasaron de 10.3 a 9.1 por ciento en promedio.
“Estamos ante una situación donde la demanda por crédito hipotecario sigue creciendo al 9.4 por ciento, a pesar de la contracción económica”, dijo Luis Niño de Rivera.