El destacado científico Mohsen Fakhrizadeh, a quien las potencias occidentales catalogan como el cerebro detrás de un programa secreto de armas nucleares de Irán, fue asesinado el viernes en un ataque a las afueras de la capital Teherán, informó la agencia semioficial de noticias Fars.
Fakhrizadeh fue atacado cuando viajaba en automóvil en Absard, una pequeña ciudad al este de la capital, Teherán. La televisión estatal dijo que eran “elementos terroristas armados” quienes detonaron un vehículo con explosivos para bloquear la vía antes de abrir fuego contra el coche en el que viajaba. Tras el tiroteo, el científico fue trasladado a un hospital local, donde los médicos y los paramédicos no pudieron reanimarlo.
Fakhrizadeh dirigió el programa “Amad” (Esperanza) de Irán y ha sido descrito por Occidente, Israel y los iraníes en el exilio como un líder del programa militar encubierto que buscaba la viabilidad de construir un arma nuclear. Teherán ha mantenido durante mucho tiempo que su programa nuclear es pacífico.
En respuesta, el jefe del Estado mayor de las Fuerzas Armadas de Irán, el general Mohammad Bagheri, aseguró: “Los grupos terroristas y los autores de este cobarde atentado deben saber que les espera una venganza severa. “Aseguramos (a los iraníes) que no descansaremos hasta que hayamos perseguido y castigado” a los implicados.
A su vez, el jefe del Ejército de Irán, el general mayor Abdolrahim Mousavi, afirmó que “la mano criminal de Estados Unidos” y de Israel se “ve claramente” en el asesinato del científico. Previamente, el ministro de Exteriores, Mohamad Yavad Zarif, declaró que hay indicios serios de que Israel tuvo un papel en este crimen. Hossein Dehghan, asesor militar del líder supremo iraní, Alí Jamenei, acusó a Tel Aviv de tratar de provocar una guerra a gran escala con el asesinato.
Israel se negó a hacer declaraciones sobre la muerte de Fakhrizadeh, a quien el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, una vez mencionó en una conferencia de prensa y expresó: “recuerden ese nombre”.