El Pleno de la Cámara de Diputados aprobó reformas que permitirán que las consultas populares se realicen cada año y no cada tres, como estaba establecido. También permite que las consultas se realicen vía electrónica y que los ciudadanos puedan votar en abstención y no solo a favor o en contra.
La iniciativa, avalada por 388 votos a favor, 42 en contra y 3 abstenciones, también permitirá armonizar disposiciones ya incluidas en la Constitución con la Ley de Consulta Popular, como lo es la realización de las consultas el primer domingo de agosto.
De igual manera, se permitirá realizar consultas regionales.
Otro cambio relevante, es que la permanencia o continuidad en el cargo de personas que hubiesen ganado un a elección, “no serán motivo de una consulta”. Tampoco lo será temas que tengan que ver con el sistema financiero, el Presupuesto de Egresos de la Federación y las obras de infraestructura en ejecución.
La petición de consulta popular podrá presentarse, a más tardar, el 30 de noviembre del año inmediato anterior a su realización.
“El presidente de la Mesa Directiva de la Cámara que reciba la solicitud de consulta deberá emitir un aviso de recepción de dicha solicitud que acompañará con el formato para recabar firmas de apoyo. Cualquier modificación del formato deberá quedar reflejada, a más tardar, el 31 de marzo del año en el que se pretenda su aplicación en los procesos de petición de consulta popular”, señala la minuta.
El diputado de Morena, Pablo Gómez, sostuvo que el hecho de que se puedan realizar consultas anuales, “refrenda el derecho del pueblo a decidir de manera directa los asuntos del país y las regiones en materia federal”; mientras que la diputada perredista, Guadalupe Almaguer, se pronunció “porque la consulta popular se convierta en un genuino mecanismo de empoderamiento ciudadano”.
En contra, habló la diputada de Movimiento Ciudadano, Martha Angélica Tagle, quien advirtió que “esta herramienta sigue siendo política con fines electorales del Ejecutivo en turno”.