Conoce el rancho de Martín Esparza en Hidalgo

Nota publicada el 26 de octubre de 2009

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El Sindicato Mexicano de Electricistas está en “alerta roja” porque el dinero se le acaba. Pese a ello, el rancho de su líder, Martín Esparza, sigue en construcción. Se trata de Los Encinos, ubicado en Juandhó, en Tetepango, donde, a través de huecos en su barda, se ven maquinaria, arena y cemento para levantar muros y otras obras.

El rancho tiene una caballeriza con 10 animales y trabajadores, aunque Esparza lo usa sólo los fines de semana y en las fiestas que cada dos meses realiza. Él y su familia viven en una casa en el mismo poblado, de dos pisos, con jardín y cuatro antenas de televisión satelital.

La casa es la más grande del lugar —ubicado a una hora y media de Pachuca—; tiene en el portón las letras “Es”. Desde hace una semana los pobladores no han visto ni saben de la esposa e hija de Esparza —quien estudia en Pachuca—. La gente es parca para hablar de Esparza y más si un fuereño pregunta.

El único rancho de la zona es el de don Martín, como le llaman los habitantes. Mide unos 250 metros de frente por 150 de fondo. El área mayor la ocupa un jardín que cruza un camino marcado por huellas de carretillas para la construcción y llevar forraje a los caballos, que duermen en la caballeriza, al fondo.

El relincho de los animales se escucha desde afuera de la barda de ladrillo y un agujero en la misma permite verlos.

Junto a la entrada principal del rancho hay un acceso a la casa, con más de 10 metros de alto y ventiladores industriales en el techo.

La puerta principal y la del acceso a la casa son de madera con herrería y miden más de dos metros de ancho.

Pocos pobladores han entrado al rancho de don Martín, pero ninguno habla; dicen que es más fácil conseguir información con los miembros de la dirigencia local del SME, “ellos sí están autorizados para hablar”.

A la entrada del rancho, Esparza mandó poner seis caballos de cantera. A un lado se ven revolvedoras, ladrillos y arena con la que se construye la barda que rodea al lugar.

El rancho está a 100 metros de donde termina el pueblo —que tiene menos de mil habitantes y calles sin nombre— y luego ya no hay construcciones hasta Tlahuelilpan, de donde es alcalde su hermano.

En esa ciudad Esparza tiene dos propiedades más, en el fraccionamiento Quinta San Francisco, el más exclusivo de la zona, con vigilancia privada, alberca y cancha de tenis.

En Juandhó, Esparza es tratado y se siente como rey. Su hermano Pablo era el subsecretario del SME en esa sección y la mayoría de los habitantes trabajaba en la planta de Luz y Fuerza, que hoy opera la CFE y resguarda la Policía Federal.

fdm

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