Las relaciones económicas entre México y España datan de años atrás, pero a partir de la firma del Tratado de Libre Comercio entre México y Europa (TLCUEM) en 2002, han aumentado de manera significativa, tanto en intercambio comercial como en flujos de inversión directa.
De esta manera, las relaciones económicas y comerciales entre España y México se han fortalecido constantemente entre ambas naciones, logrando establecer canales de comunicación, inversión y de amistad.
Sabemos que la inversión española en México se sitúa en 2º posición y destaca en sectores tales como el financiero, energético, hotelería e infraestructura; mientras que la inversión mexicana en España destaca en los sectores como el de alimentos, inmobiliario e ingeniería civil. De esta forma, la inversión de ambos países promueve el desarrollo de empleos formales, la transferencia de tecnología y el fortalecimiento de sectores estratégicos para ambos países.
De acuerdo con datos del Trade Statistics For International Business Development (TRADEMAP) del 2019, sabemos que la balanza comercial entre México y España es bastante equilibrada pero ligeramente favorable a México, y en ese año presentó un superávit para México por un monto de 605 millones de dólares (MDD). Esto es una de las pruebas que demuestra que el impacto de la firma del TLCUEM ha influido de manera positiva en la comercialización y percepción de los productos mexicanos entre los consumidores españoles.
Combustibles, aceites minerales, máquinas y aparatos mecánicos, aparatos ópticos, de medida, médicos, vehículos automóviles, tractores y aparatos y material eléctricos son, por este orden, los principales productos mexicanos exportados a España.
En cuanto a inversión refiere, los flujos de inversión de inversión mexicana a España se han mostrado crecientes de una forma constante hasta 2019. En ese sentido, la posición inversora mexicana (no ETVE) en España en 2018 (último dato disponible), se situó por encima de los 30 mil 500 millones de dólares. (fuente Data Invex).
De esta forma, México se sitúa como el 2º inversor no europeo en España, por detrás de Estados Unidos, y es ya el 6º globalmente.
El peso sectorial puede variar de año en año pero destacan por orden la fabricación de productos minerales no metálicos, la fabricación de maquinaria y equipo, el transporte terrestre, tratamiento y eliminación de residuos, actividades inmobiliarias, Industria de alimentación, construcción de edificios, movilidad entre otros. (Datos DATAINVEX).
El peso inversor de empresas como Grupo Carso, Cemex, Grupo Modelo, Grupo Zeta, ADO, Grupo Bimbo, Descautopartes, Cinépolis, Softek, IMSA, Del Valle, Zena Alses, son algunos de los nombres más destacados pero es una realidad que la España queda cada vez más cerca del alcance de las pymes que buscan abordar el mercado europeo, diversificar sus destinos de inversión más allá de Estados Unidos y fortalecer en muchos casos, sus cadenas de proveeduría local e internacionalmente.
La Camescom refrenda su compromiso y el de las empresas socias para seguir con el fomento, desarrollo y fortalecimiento de las relaciones bilaterales entre España y México, trabajando de manera conjunta con el sector empresarial, gubernamental y la sociedad.
ntb