El Senado de la República no puede permanecer ajeno ante el grave problema que enfrentan los niños que son captados por el crimen organizado, por ello debe reformar el código penal y castigar con más severidad este tipo de delitos, coincidieron en señalar los senadores Lilia Margarita Valdez y Ángel García Yáñez.
Luego de que la Razón hiciera eco de las denuncias presentadas por diversas Organizaciones de la Sociedad Civil en torno al incremento de menores en actividades de la delincuencia organizada durante la pandemia, ocasionado por la deserción escolar, los despidos laborales y el incremento en la pobreza, los integrantes de la comisión de Derechos de la Niñez y de la Adolescencia coincidieron en que el Senado debe impulsar castigos más severos para quienes aprovechen la situación y usen, contacten o fomenten actividades delictivas en los menores.
“No tenemos que esperar al periodo ordinario en febrero, a mediados de enero tendremos un periodo extraordinario para que podamos tener listas las iniciativas para que se dictamen y aprueben lo antes posible para que también entren en vigor rápido. Endurecer las penas, los castigos para quienes usen y abusen de los adolescentes”, dijo Margarita Valdez.
Reconoció que este problema, en que los jóvenes se involucran con los delincuentes no es nuevo, pero sí se ha recrudecido a raíz de la pandemia que obligó a los estudiantes a permanecer más tiempo en casa, pero también ha provocado que muchas personas pierdan su empleo.
“Adolescentes de 10, 12 años a quienes no les estaba gustando estar en la casa viendo en clases o en línea o por la televisión, además las condiciones en los hogares pues no estaban para que las criaturas que estaban escuchando los programas mientras las madres planchaban o cocinaban, no hay condiciones. Los grupos organizados ven en ellos trabajadores o mandaderos que por un bajo pago se dedican a inducir a los jóvenes adolescentes”, dijo Valdez Martínez
Insistió en que los problemas de captación de jóvenes por parte de los criminales no iniciaron con la pandemia, pero sí se exacerbaron con la pandemia, debido a que muchos de ellos fueron desatendidos por sus familias.
“Porque a este problema de los adolescentes se suma el problema de que un muy alto número de mujeres que estaban en empleos informales, pues se han quedado sin un empleo, se quedaron en su casa, consecuentemente los ingresos económicos bajaron, efectivamente los jóvenes por llevar unos 100 pesos diarios a sus casas, un poco más o menos, pues hacen los mandados a los criminales”, reconoció la legisladora de Morena por Durango.
Por su parte, Ángel García dijo que lamentablemente el gobierno federal está más ocupado en atender los problemas con una perspectiva electoral y no ha prestado atención a este problema de los jóvenes que son captados por grupos criminales.
El legislador del PRI dijo que “los delincuentes logran atraer a los jóvenes porque invierten recursos para ello, lo que no está haciendo el gobierno, los abandonó y esos huecos fueron usados por los criminales para ocupar esa mano de obra barata y que les ayuda en su negocio”.
García Yáñez reconoció que la pérdida de empleo o la baja en los ingresos que están sufriendo las familias, sumado a la falta de apoyos gubernamentales, “empuja a los jóvenes a buscar recursos con estos sujetos, porque los requieren para sobrevivir”.
El legislador por Morelos criticó que desde el gobierno usan más a los medios de comunicación para criticar a los opositores que realmente para impulsar campañas de prevención y control de la pandemia.
Por ello, dijo, “desde el legislativo tenemos que buscar endurecer las penas para criminales que captan a los niños y adolescentes y al mismo tiempo impulsar reformas que protejan a nuestra niñez”.