En primer año, Insabi enfrenta Covid, reducción de recursos…

El instituto requiere, al menos, 27 mil millones de pesos para atender a la población sin seguridad social; pacientes acusan falta de difusión de información para acceder a los servicios

extrabajadores del Seguro Popular se manifiestan para exigir al Gobierno federal su reinstalación laboral e integración al Insabi, el 23 de julio pasado. Foto: Cuartoscuro

Con una reducción de 33 por ciento en el gasto por persona respecto al Seguro Popular, este 1 de enero, el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) cumplirá un año de operaciones, periodo en el que se ha sumado para enfrentar la pandemia en el país.

El organismo de salud surgió como reemplazo del Seguro Popular, que operó por 14 años, para otorgar servicios de salud gratuitos a las personas sin seguridad social; aunque a la fecha, no cuenta con número exacto de beneficiarios, porque no es requisito afiliarse para acceder a sus servicios.

Durante 2020, la transición hacia este nuevo sistema de salud estuvo marcada por conflictos con algunos gobernadores por el mecanismo de adhesión y el manejo de los recursos, así como la epidemia de Covid-19, que inició unos meses después.

. ı Foto: Gráfico: La Razón de México

El 29 de noviembre de 2019 se publicó en el Diario Oficial de la Federación el decreto por el que se reformaron, adicionaron y derogaron artículos de las leyes generales de Salud y de los Institutos Nacionales de Salud para amparar la creación del Insabi.

De acuerdo con la modificación, el Insabi tiene como objetivo “proveer y garantizar la prestación gratuita de servicios de salud, medicamentos y demás insumos asociados a las personas sin seguridad social, así como impulsar, en coordinación con la Secretaría de Salud en su calidad de órgano rector, acciones orientadas a lograr una adecuada integración y articulación de las instituciones públicas del Sistema Nacional de Salud”.

Alertan por insuficiencia de recursos para 2021. Sobre la operación del Insabi, el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) advirtió que el Insabi planea atender a 77 millones de personas; sin embargo, el gasto per cápita anual se redujo 33 por ciento, al pasar de tres mil 607 pesos en 2020 a dos mil 602 por persona para el siguiente año.

También señaló que “los padecimientos de alta especialidad serán financiados con el FSB (Fondo de Salud para el Bienestar). Este fondo contaba con un saldo, al segundo trimestre de 2020, de 97 mil 108 millones de pesos (mdp)”. Sin embargo, para el inicio de operaciones del Insabi se contempló utilizar 40 mil millones de pesos del FSB.

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De acuerdo con el director del Insabi, Juan Ferrer, al 30 de noviembre se transfirieron un total de siete mil 188 millones 384 mil 379 pesos.

El estudio planteó que si se busca atender a toda la población potencial del Insabi, es decir, los que no tienen seguridad social, el costo sería de 27 mil 004.68 millones de pesos, 4.6 veces más de los recursos destinados en el FSB.

En 2018, los padecimientos principales que se atendieron fueron 94 mil 400 casos de VIH SIDA; 10 mil 293 casos de cuidados intensivos neonatales y siete mil 400 de cáncer de mama.

Respecto al tema, Irma Terán Villalobos, diputada del Partido Encuentro Social (PES), comentó a La Razón que “todas las leyes son perfectibles y de igual manera la implementación de presupuesto y fondos se le debe dar un seguimiento para garantizar que en cada Presupuesto de Egresos de la Federación, el sistema de salud obtenga el presupuesto necesario”.

También manifestó que hay áreas de oportunidad en el esquema de financiamiento centralizado por medios de acuerdos de colaboración para las entidades federativas que se envían mediante los ramos 33 y 12.

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Fondo de Salud y vacuna. Una decisión que generó críticas fue destinar parte del Fondo de Salud para la adquisición de la vacuna contra coronavirus.

El 27 de octubre, la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados aprobó por mayoría disponer de 33 mil millones de pesos del Fondo de Salud del Insabi, al reformar el artículo 77 bis fracciones XIX y XXIX de la Ley General de Salud.

Al respecto, la senadora de Morena Antares Vázquez Alatorre aseguró que no se comprometían los recursos para las personas con padecimientos como VIH u otras contempladas dentro de las 66 enfermedades de gastos catastróficos.

“Los recursos están garantizados. Es un fideicomiso (...) que este año tenía 110 mil millones, para abril del próximo año se van a disponer de 33 mil. O sea, todavía quedan muchos millones en ese fondo”, declaró a este diario.

La legisladora señaló que han dialogado con colectivos de personas con VIH y otros padecimientos, los cuales no contaban con la información sobre el fondo.

“¿Será que la pandemia es un gasto catastrófico o no? A nosotros nos parece que sí y que la vacuna es un imperativo para el país. Eso se va a garantizar como derecho humano a la salud en gratuidad para todas y todos”, puntualizó.

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Hasta la tercera semana de diciembre, México realizó un pago anticipado por 160 millones de dólares para la adquisición de la vacuna mediante el mecanismo internacional Covax. Mientras que también adquirió 34 millones de vacunas de la farmacéutica Pfizer, aunque no se ha revelado el costo.

La pandemia, el reto más grande. A tres meses de su inicio de operaciones, el Insabi se enfrentó a otro reto: la pandemia por Covid-19.

El instituto fue el encargado de coordinar la contratación de personal médico, de enfermería y otros trabajadores, así como la compra de insumos para subsanar el déficit del Sistema Nacional de Salud.

La senadora Vázquez Alatorre señaló que la Secretaría de la Defensa Nacional habilitó 17 hospitales que habían quedado en obra negra para la atención a los servicios de salud y la epidemia por Covid.

Ante las carencias del sistema de Salud, mediante el Insabi se adquirieron cinco mil 219 ventiladores mecánicos para pacientes críticos de la enfermedad con inversión federal superior a cuatro mil millones de pesos para las 32 entidades federativas.

Entre otras medidas se contrató a 18 mil 886 trabajadores de la salud para 30 estados del país, exclusivamente para la atención de Covid-19. Sin embargo, se desconoce el porcentaje de trabajadores en esta situación que fueron basificados.

Estoy en un grupo de Facebook con muchas personas sin seguro; si ves allí la mayoría pregunta por el Seguro Popular, ni saben qué es el Insabi. Creo que hay mucha desinformación y por eso la gente no se acerca”
Sandra Núñez<br>Paciente sin seguridad social

Lo que nos dejó el Seguro Popular. El Seguro Popular cerró diciembre de 2019 con 51.9 millones de beneficiarios desde su creación, en 2002, durante el sexenio del entonces presidente, Vicente Fox.

También se consideraban 66 intervenciones para el Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos (FPGC). En diciembre de 2019, existían 392 Prestadores de Servicios del FPGC acreditados por la Dirección General de Calidad y Educación en Salud, quienes cuentan con Convenio de Colaboración con esta Comisión para otorgar atenciones incluidas dentro del FPGC.

Se autorizaron también 130 mil 899 casos por un monto de siete mil 605 millones de pesos al 20 de abril de 2020.

Este año aún no hay cifras preliminares del alcance que ha tenido el Insabi en atención a las personas sin seguridad social, ya que no es requisito afiliarse para acceder al servicio de salud gratuito.

Incluso, en su página de la Plataforma Nacional de Transparencia indica que la dependencia aún no cuenta con obligaciones generales ni específicas, por lo que no se puede consultar información por esta vía.

Desconocen funcionamiento. La población sin seguridad social todavía tiene muchas dudas sobre el funcionamiento y operación del Insabi, así como los requisitos para recibir la atención médica gratuita.

“Estoy en un grupo de Facebook con muchas personas sin seguro; si ves allí la mayoría pregunta por el Seguro Popular, ni saben qué es el Insabi”, declaró Sandra Núñez, una mujer sin seguridad social.

Sandra consideró que la atención fue buena en su caso, ya que sólo le solicitaron su CURP e INE para brindarle atención por un problema del esófago.

“Mis conocidas me preguntaban mucho ‘¿Y de verdad no cobran?’, ¿Qué documentos tengo que llevar para que me atiendan?’ Creo que todavía hay mucha desinformación y por eso la gente no se acerca” comentó.

Por su parte, Karina acudió al Hospital Materno Infantil de Guadalupe, en Ciudad López Mateos, Estado de México, para tener a su bebé. Hace un año tenía Seguro Popular y desconocía el funcionamiento del Insabi.

“Me enteré de que iba a desaparecer el Seguro y ya ni me fijé qué tenía que hacer para renovar en este nuevo sistema. Cuando me embaracé no sabía qué iba a hacer para que me atendieran”, contó la mujer de 24 años.

No sólo ella, sino decenas de mujeres tenían las mismas dudas respecto a la operación del Insabi cuando recibió atención de salud materna, así como los hospitales donde pueden ser atendidas.

Señaló que “al principio tampoco sabía, creí que me iban a cobrar para aliviarme del parto. Muchas que llegaban al hospital hacían la misma pregunta”.