El tiempo y el manoseo que se hizo en su momento afectaron la investigación en torno a la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, y la consecuencia es que ya llevamos seis años y tres meses sin resultados, aseguró Felipe de la Cruz, vocero de los padres de los jóvenes.
Esto luego de que ayer la investigadora del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) Ángela Buitrago reconociera que el tiempo ha sido nocivo para las pesquisas.
En entrevista con La Razón, De la Cruz dijo que la esperanza en 2021 es tener verdad ya, pues hay mucho desgaste físico, mental y emocional, “y no vamos a aguantar otro año más así, aunque tengamos la esperanza, no vamos a permitir otro año más sin verdades”.
Señaló que los integrantes del GIEI dijeron la verdad desde un inicio, sin embargo, las autoridades que se encontraban en su momento analizando el caso, no les dieron importancia.
“Enrique Peña Nieto y Murillo Karam inventaron su verdad histórica y hoy Ángela Buitrago estima que va a ser muy difícil llegar pronto a la verdad por todo lo que ya se contaminó, pero lo que es cierto es que el GIEI y la Comisión de la Verdad están haciendo un trabajo muy arduo”, reconoció.
Los avances en 2020 para los padres son el hallazgo de los restos de Christian Telumbre en La Barranca La Carnicería, detenciones de militares y policías municipales, “pues solo esperamos que rindan sus declaraciones de manera correcta y se conozca el paradero de los jóvenes, eso es lo que nos urge saber”.
María Martínez Zeferino, mamá de Miguel Ángel Hernández Martínez, uno de los 43 normalistas desaparecidos en Iguala desde el 26 de septiembre de 2014, dijo a este diario que el tiempo ha sido un factor determinante en la investigación, ya que se taparon todas las pruebas desde un inicio que afectaron la búsqueda de los normalistas.
“No se hizo lo que se tenía que hacer desde un inicio. Ocultaron información, la hicieron perdidiza, pero vemos también que hay personas que quieren hablar y decir lo que pasó, por ello debemos seguir luchando”, señaló.