La caravana migrante que tenía por objetivo llegar a México, fue deportada por autoridades de Guatemala, luego de agotar el diálogo con las personas.
La portavoz del Instituto Guatemalteco de Migración, Alejandra Mena, señaló que las personas fueron regresadas a Honduras a través de autobuses que su gobierno dispuso, luego de un diálogo voluntario. De acuerdo al organismo, hasta el momento se han regresado a tres mil 500 personas, entre ellos, 500 menores de edad.
El pasado 15 de enero al menos seis mil personas salieron desde la central de autobuses de San Pedro Sula, Honduras, rumbo a la frontera con Guatemala, para cruzar de manera irregular y llegar a México a través de Ciudad Hidalgo, Chiapas; sin embargo, en su recorrido en la ciudad de Vado Hondo, se vieron enfrentados por elementos de la policía de ese país junto elementos militares.
El saldo fue de decenas de migrantes heridos y deshidratados, toda vez que, al esperar en el lugar, no tuvieron forma de conseguir alimentos o agua, pero organizaciones internacionales se acercaron para ayudarles mientras se resolvía su situación legal.
A través de diálogos, se llegó al consenso de regresar a Honduras vía terrestre en autobuses, pero no todos aceptaron, ya que algunos más lograron avanzar y ya se encuentran en la frontera con México, para buscar la manera de pasar por el Río Suchiate o por la zona de El Ceibo por Tabasco, para ingresar al país.
En México, el Instituto Nacional de Migración (INM), deportó a 136 personas de origen hondureño, que se encontraban de manera irregular en México. El vuelo partió del Aeropuerto de Villahermosa, Tabasco rumbo a Tegucigalpa, Honduras.
Además, la institución informó que la vigilancia en los márgenes del Río Suchiate en Chiapas, continúan, pues se indica a todos los migrantes los requisitos para poder ingresar al territorio, entre el que destaca una prueba reciente de COVID-19.
