Un tratamiento para pacientes de COVID-19 desarrollado en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) que ha logrado una reducción de 48 por ciento de la mortalidad en fase de estudio y que involucra dos medicamentos ya presentes en el mercado, será probado por la Universidad de Harvard.
En comunicado, la UNAM informa que el tratamiento mezcla la prednisona con ciclosporina A. La prednisona, un esteroide, reduce la respuesta inflamatoria durante la respuesta inmune, y ayuda a que los pacientes se puedan recuperar cuando la respuesta inflamatoria es muy fuerte. La ciclosporina A, fármaco con propiedades antiinflamatorias y antivirales, se utiliza en algunas enfermedades autoinmunes para reducir la respuesta inflamatoria.
Los efectos positivos de la estrategia farmacológica, indica el comunicado, fueron mejores entre quienes presentaron COVID-19 de moderado a severo, y redujo 48 por ciento la mortalidad por la enfermedad.
La mezcla prednisona con ciclosporina A desarrollada por los investigadores mexicanos formará parte de un trabajo multicéntrico que llevará a cabo Ari Moskowitz, profesor asistente de Medicina del Centro Médico Beth Israel Deaconess de la Universidad de Harvard.
Estos medicamentos fueron usados en un estudio piloto realizado entre abril y mayo de 2020 con 209 pacientes con COVID-19 COVID-19 en sus fases moderada, severa y leve, atendidos en el Hospital Regional del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) de Puebla.
“Se analizaron 209 pacientes hospitalizados en el ISSSTE Puebla. De ellos, 104 recibieron solamente prednisona, mientras que 105 recibieron ese esteroide con ciclosporina A. Se hizo seguimiento a cada paciente durante 28 días y se analizó cómo era su evolución, su desenlace clínico y si había mejora o disminuía la mortalidad”, explicó el científico de la UNAM Sigifredo Pedraza Sánchez, uno de los responsables de la investigación.
El tratamiento con esta combinación de medicamentos duró diez días en el hospital. Entre los resultados destaca que el grupo de control (al que solamente se aplicó prednisona) tuvo una mortalidad de 35 por ciento, mientras que en el segundo caso (con prednisona y ciclosporina A), se redujo a 22 por ciento.
“Cuando se compararon esos grupos de enfermedad moderada a severa, la mortalidad en el grupo que recibió solo esteroides fue del 48.5 por ciento, mientras que el que sumó ciclosporina A fue del 24 por ciento”, aseguró el universitario.
El estudio, encabezado por el médico internista José Luis Gálvez Romero, del ISSSTE Puebla, contó con la participación del matemático Óscar Palmeros Rojas, de la Universidad Autónoma de Chapingo (UACh), y del biólogo en Ciencias Sigifredo Pedraza Sánchez, quien también es profesor del Taller de Biología de la FC. Los resultados fueron publicados recientemente en un artículo de la revista Journal of Internal Medicine.
